Munilla

Es posible que parte de estas pasen a formar parte de la parte que del periódico me toca escribir los lunes y leer los martes. Es posible, no lo se. Aún tiene que jugar mañana el alavés y eso también puede dar mucho de si. Pero voy a lo que voy. Que resulta que anda el patio revuelto y los que lo habitan indignados por las declaraciones de Munilla. Por si alguien no cae en quien es el individuo este aclararemos que es el nuevo obispo de guipuzcoa impuesto contra el clero gipuzkoano por el inefable varela, rouco, no el general, aunque en estos temas viene a dar lo mismo o a serlo. Los unos y los otros viven más bien consagrados a la unidad patria y lo demás son alarajas y circunstancias.

Pero volviendo al munilla este. Resulta que ayer dijo en un contexto equis que era más catastrófica la deriva espiritual del suelo patrio y quienes lo pueblan que la deriva mortal que un temblor natural, suponemos que no sobrenatural por aquello de las responsabilidades, ha sembrado en donde nada habí­a sembrado más que la miseria, lease… Haiti. Se excusa él aludiendo a la descontextualización de sus palabras, pero lo que no hay por donde cogerlo no hay por donde cogerlo. Lo que no tiene asas no se puede asir ni así­s. Es infumable, infumatable incluso. Pero a mi me da igual. Y a muchos de los que cuestionan estas palabras debiera darles igual. Como decí­a una vieja amiga canaria, en frase que ella atribuí­a a su madre,… el respeto es muy bonito. Y eso es lo que hay que hacer… respeto y coherencia. Lo que diga un obispo a mi me afecta en tanta medida como lo que diga el entrenador del betis. No es mi eqeuipo, no es mi hinchada. No es mi guerra ni mi religión. Es como lo del rey y su mensaje navideño. Si reclamo una república y lo hago porque entre otras cosas la monarquí­a es cara e inútil y sólo sirve como sí­mbolo de aquello contra lo que sigue mereciendo la pena luchar no lo veo ni lo oigo. Ni me interesa ni me importa. Y si me piden mi opinión sobre el mensaje contesto simplemente que no la tengo porque no lo he oido.

Pues con lo del obispo tres cuartos de lo mismo. Si fuese católico posiblemente me indignarí­a. Pero me indignarí­a por que no creo ni en la monarquí­a ni en la teocracia. Creo en cosas más sencillas y democráticas, y la iglesia desde luego no lo es, ni la monarquí­a tampoco. Puede que por eso precisamente sea que soy ateo y republicano. Pero lo que diga el obispo que lo atiendan y lo cumplan los católicos. Si creo en una sociedad laica, lo primero es respetar los grupos confesionales y sus mensajes y consignas siempre que no los quieran sacar de casa, pasearlos e imponerlos. Allá ellos con su vida.  Lo que tendrí­amos que hacer es empezar a acostumbrar a los obispos a que su público está en sus iglesias, y el destino de sus mensajes en sus fieles. A los demás que nos dejen en paz, y que mejor para ello que predicar con el ejemplo. A mi lo de Munilla ni me va ni me viene. Pero insisto, si fuese cristiano si que estarí­a preocupado…

Leave a Comment

Límite de tiempo se agote. Por favor, recargar el CAPTCHA por favor.