publicado en diario de noticias de álava
Cada vez que Ibarretxe en campaña usaba el símil del cauce y las dos orillas, había quien se negaba a meterse en el río e incluso tachaba de irreal la parábola. Tras los resultados del 17 de abril, fue unánime para los de siempre que la figura no tenía sentido.
Pero mira por dónde va y comienza la legislatura y uno no puede menos que recordar a Heráclito y a su parábola del río. El agua fluye, los bañistas cambian, pero el cauce permanece, y con él las orillas.
Quienes habitan en las orillas siguen sin querer mojarse, y reflejados en el agua que fluye por el cauce, siguen negándose a verse cercanos y hasta compañeros. También Heráclito hablaba de la contradicción como origen de todas las cosas y de un mundo basado en la existencia de contrarios que en definitiva se complementan.
Si seguimos con el símil es posible que Atutxa sea el mejor candidato a presidente del Parlamento. Es malo por haber sido policía y por todo lo contrario, por haber sido soporte y valedor de los terroristas. Es bueno por haber sido valiente contra los violentos y también por haber sido duro con los demócratas de toda la vida.
En resumen, un compendio de contrarios fluyendo en un río de contradicciones.
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