Iñaki Oyarzabal, quien se hizo famoso en los mentideros vitorianos cuando, violando en todo caso las preceptivas leyes y reparos que la protección de datos de carácter personal exige, una copia de sus notas escolares circuló por ahí ataca de nuevo a cuenta de los modelos. De los lingí¼ísticos, claro está. Lo de las notas del tal Iñaki no se si vale más como axioma de que el que vale vale y el que no al parlamento, o como muestra palmaria de autosuperación personal. En cualquier caso, y vistas sus actuaciones es de los que parece más bien apuntar a la primera opción.
Después de montar un pollo de cuiddo para defender los derechos de cuatro retrógrados, y una vez constatado que son cuatro (el del tambor debe ser él mismo) ahora lanza sus dardos envenenados no contra las ikastolas, reconocido nido de filoterroristas, ni tan siquiera contra la escuela pública, liberada como la creían del yugo de los nacionalistas y dispuesta, tal como aspiraban a uncir el otro yugo, el de las flechas y el nacional loqueseismo mientras sea nacional. Ahora carga contra los centros concertados y asociados en la red Kristau Eskola. Escuelas confesionales ellas a las que hay que castigar por “«sumisión» a las tesis nacionalistas por negarse o al menos impedir «mediante trabas» la matriculación de escolares en modelo A, íntegro en castellano.” Indica incluso que habría que plantear la posibilidad de expedientarlas y retirarles ayudas por el grave delito de pretender que sus alumnos, al menos en lo que al bilingí¼ismo se refiere, salgan de sus centros capacitados para ejercerlo.
Este debate que no lo es apesta. Ya está bien. Si quieren realmente hacernos españoles sumisos y contentos, y anular más allá del folklore y el pintoresquismo nuestras señas de identidad que lo digan de una vez. Si quieren retroceder unos treinta o cuarenta años y deternerse ahí que lo digan. Si quieren demoler las instituciones que ahora gobiernan y a cuyo nacimiento se opusieron que lo digan. Pero que no me hablen de leyes ni derechos, y mucho menos de modelos. Ellos no son modelo para nadie en este país. Les pierde su sumisión y les desorienta su falta de respeto. Hacer lo que ellos creen es lo normal, lo lógico y lo justo. Nada tiene que ver hacerles caso a ellos con ser sumiso o temeroso. Es la Verdad y la Vida. Es nuestro destino universal. Pensar de forma autónoma y buscar para tus hijos un abanico de posiblidades más amplio que el que tuvimos es sin embargo ejercicio de la más nefanda cobardía cuando no complicidad. Aquí el que no es español es un cobarde, un tonto o un perverso. El que no acaba de tener muy claro que lo sea, a pesar de lo que diga su DNI, es cuando menos sospechoso o idiota. El que tiene muy claro que no lo es aunque se lo impongan es directamente terrorista, y el que no tiene una opinión clara sobre el asunto pero entiende que es bueno que sus hijos puedan elegir lo que a él se le impuso, y que para elegir en verdadera libertad hay que saber y conocer, ese es un melífluo, un mingafría, un pringao, o un idiota.
Sólo el héroe solitario y quijotesco que se empeña en que su niño aprenda castellano, como si fuese un pujol enano, sólo el que desprecia lenguas y tradiciones, cultura e historia, sólo él es el sabio que posee la verdad.
A mi la verdad es que estas discusiones cada vez me ponen más claro que en la mes ade la educación hay dos temas tan pendientes como necesarios… la desaparición total del modelo A (al menos en lo que a existencia con financiación pública se refiere), y el replanteamiento (tendente tambien a su desaparición) del actual modelo de educación concertada, refugio y subterfugio para la supervivencia de centros privados, de los buenos colegios de siempre plagados de tretas y trampas para mantener su objetivo, ser fabricantes o cuando menos conservadores de élites.
Es curioso, por terminar con el oyarzabal con el que empecé, que ellos, que con tanta virulencia piden la desideologización de la educación, que braman contra la intoxicación nacionalista, que claman contra el adoctrinamiento laicista y ciudadano de la educación para la ciudadanía, nada digan de la existencia sustentada con fondos públicos de centros confesionales, religiosos. Tendremos que creernos que en ellos enseñan también a ser laico. Tendremos que suponer que sus métodos han cambiado, porque los que tenemos experiencia en su trato, que somos muchos, tenemos bastante claro por donde empieza la sangría de fieles de la iglesia… por ellos mismos.
Pero a ellos, a los oyarzabal y compañía les da igual, orgullosos de si mismos quieren para sus hijos lo mismo que para ellos. Gomina, castellano y corte inglés. Boda por la iglesia y noche de parranda. Haced lo que digo pero ni digais lo que hago ni por supuesto lo hagais… Menudos modelos
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