Esto del medio ambiente no deja de ser curioso. Va un bienintencionado ciudadano a hacer unas obras inocentes y la lía. Además de no poder hacer nada sin contar con los preceptivos informes de impacto y de más requisitos previos varios, una vez que los tienes todos resulta que tampoco lo puede hacer o al menos tal como quería. A la confederación hidrográfica hay que pedirle permiso casi hasta para mear en la orilla del río, y de coger agua ya ni hablemos. Hasta una inocente obra puede disparar su precio y su plazo cuando hace aparición la temible y nefasta presencia de una uralita o de un tubo de fibrocemento. De pronto tu casa, o lo que queda de ella tras el paso de los albañiles parace el escenario de rodaje de la Amenaza de Andrómeda o del síndrome de china. Máscaras caretas y equipos autónomos vestido por hombres de blanco con aspecto de astronautas. Lo de plantar o desplantar también es complejo, la antena de la tele y una luz inocente no dejarán indiferente al inspector y al final tendremos algo distante de lo que habíamos soñado pero eso, con todos los informes favorables.
El caso es que de pronto todo lo anterior desaparece, se volatiliza y se hace evanescente si el objeto a construir es, pongamos, una carcel, o una línea de alta tensión. Ni la declaracío de espacios protegidos les protege a los peñascos en que se posarán las torres. No les basta la opsición de todos los afectados y no afectados. No les basta ni les sobra, les en absoluto indiferente. En su lejano despacho de Madrid alguien ha trazado la línea y va subiendo la tensión. Hasta el PP se ha vuelto ecologista y anda en bici vestido de amarillo protestando contra ella. Puede que tenga que ver en este empeño que el único que se empeña en llevarla para adelante es el PsoE, pero el caso es que salvo los socialistas toddos los particulares, instituciones y partidos implicados se oponen. A los socialisas locales les toca la difícil papeleta de tener que sacar los caprichos de la familia adelante, aunque al abuelo se le vaya poniendo cara de Don Vito, y no precisamente por lo de la Mercedes.
El caso es que sale un responsable (curiosa adjetivación para el individuo) de Red eléctrica Española y viene a decir que diga lo que diga nadie la línea se hace, y que lo de la declaración de parque natural le resulta irrelevante, y que si acaso igual les sale un poco más caro, pero que de todas formas se hace. Y te dan ganas de decir… a que no. A que si queríais hacerla por aquí para evitar conflictos en la barranca os los vais a encontrar en la montaña. Que no hombre no, que no se puede ser tan prepotente. Que no se puede despreciar a tirios y troyanos y luego llenarse la boca de democracia y medio ambiente, que es responsaabilidad de todos, pero de los que gobiernan primero, demostrar que la diferencia entre Corea y una democracia aparente debe ser que no tendría que hacer falta recurrir a métodos poco recomendables para parar lo que debe pararse, ni utilizar tics de señorito cuando el cortijo es de todos
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