Lo del PP y sus “conquistas sociales” me recuerda cada vez más a las empresas que antes de llamar a revisión sus productos analizan los pros y contras de la operación. Me refiero a esa curiosa práctica que hace que ante la detección de un fallo en un número determinado y controlado de productos, por ejemplo coches, una empresa especializada se encarga de determinar la frecuencia y peligrosidad del defecto, las veces que puede producir accidentes o percances, las veces en que se descubrirá que estos se deben al fallo, los perjudicados que iniciarán acciones legales, los que ganarán y las indemnizaciones que pedirán. Si la cifra es menor que el coste de la reparación de todas las unidades dañadas, la empresa calla y deja que se maten unos cuantos. Si el coste económico presumible en este caso es mayor entonces anuncian a bombo y platillo la operación y la amortizan como inversión de marketing y publicidad ofreciendo una imagen de responsabilidad y desapego del beneficio en pos de la seguridad de sus clientes.
Bueno, pues como decía, cada vez que el PP anuncia una medida que podríamos llamar progresista, más pronto que tarde descubrimos que antes de anunciarla ha hecho su estudio de costes… ninguno de los suyos sale perjudicado y queda muy bien de cara a la galería. Esto pasó no hace mucho cuando a bombo y platillo anunciaron su intención de acabar con ciertos beneficios de los que en cuanto a pensiones disfrutaban los ex – diputados. Todos alabamos la grandeza y altura de miras del PP en mmentos de crisis intentando terminar con los privilegios de la clase política, incluidos los suyos. Luego nos dimos cuenta que el PP defendía la supresión de algo que apenas alcanzaba a un centenar de la extensa nómina de exdiputados, y que curiosamente había beneficiado a los que habían vuelto del exilio o habían salido de la carcel y que por ello lo tenían un poco crudo para cobrar una pensión en una seguridad social heredera del franquismo. Como es de suponer, no son muchos los integrantes de este colectivo de luchadores anti franquistas que militó el el partido popular o en sus marcas anteriores.
Ahora los voceros populares, que son más del PP que sus propios medios de prensa, ya sean de este Mundo o de un niverso preCOPErnicano, alaban, elogian y ponderan la generosa actitud de Rato y su audacia anti sistema al haber anunciado que Caja Madrid no pagará no sé que bonus a no se que altos cargos. Rato que por cierto es el mismo que recientemente ha sido acusado de haber ignorado los avisos de crisis en su etapa al frente del FMI, y de haber actuado como adalid ardiente de los más férreos principios neoliberales, incluidos los mimitos al sector financiero que nos ha traido a donde estamos mientras ellos e han quedado donde estaban.
Bueno, pues lo dicho… a ver cuanto tardamos en enterarnos de que lso beneficiarios de esos ingresos les eran ajenos a los populares… y si no, al tiempo.
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