Publicado en Diario de Noticias de ílava el 22 de febrero de 2011
No pretendo ser original en esta mi columna. Si acaso me gusta dar una vuelta a lo que todos decimos y buscar, eso sí, oscuras intenciones y maquiavélicas conjuras que puedan dar sentido a este sin sentido en que nos revolvemos. La cosa es que lo mismo que descubrí, casi sin quererlo, que el soterramiento queríamos hacerlo puente a puente, he descubierto igualmente que lo de vender Vitoria va en serio, que para afrontar la crisis, capearla y surfearla vamos a recurrir a los sponsors. Sólo así se explica en su conjunto el devenir nominalista de Gasteiz.
A todos nos resultó evidente que, teniendo en cuenta que lo medioambiental y lo festivo van siempre unidos de la mano, lo del coste de la green capital era algo cantado. Puestos a pensar en verde no hay mucho que marear, aunque puede que algo que marearse si, todo depende de la moderación o de su falta. Pero el caso es que, como decía, atando cabos se ve que la operación es más amplia.
Tanto hablar de manzana sobre manzana, y hasta de súper manzana y al final te acabas dando cuenta. Vitoria definitivamente ha tomado posición en la batalla entre Apple y Microsoft. Se acabaron las tabletas que no sepan a manzana y los móviles que regalan con el turrón. Aquí apostamos por el ipad y el ipod. Y para reforzar el compromiso, cosas de los sponsors y sus “sinergias”, hasta vamos a poner un vuelo directo a la gran manzana, New York.
Por otro lado, nuestra vocación industrial ligada al automóvil tendrá también su presencia y hasta su expresión. Mientras seguimos pidiendo mercedes a las altas instancias e instituciones para subvencionar nuestro equipamiento multi-industrial y buscamos donde quitarnos michelines de cara al verano ya hemos pactado nombre con un gran grupo industrial que además también presenta coches eléctricos. A nada que nos lo curremos presentaremos a bombo y platillo la siguiente evolución del BAIC C71 EV en nuestra green capital.
Más modesta es la contribución de la firma local de maquinaria elevadora, BI-BAT, pero de todos es sabido que lo de la cultura con mayúsculas no está en expansión si no vende, y que con las cosas de comer no se juega, así que para naipes y pedruscos ya vale el patrocinador.
Más curioso es que elijamos para lo del deporte a un distribuidor de sillones de masaje, pero bueno, a fin de cuentas a muchos vitorianos lo que nos gusta es el deporte de sillón.
En fin, que podría seguir dando nombres, pero tal como están las cosas no me atrevo sin consultar con mi patrocinador. Eso si lo encuentro.
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