publicado en el correo español (27 de marzo de 2005)Â y en gara (22 de marzo de 2005)
El ministro Jordi Sevilla afirma que «el Condado de Treviño pertenece a Castilla», que no tiene «intención ni potestad para alterar esta situación» y que en este tema deben evitarse «imposiciones unilaterales por parte de una comunidad autónoma».
¿Cómo puede hablar de ciudadanía y tratarnos como siervos de la gleba en pleno siglo XXI? Como ciudadanos libres en una sociedad democrática, el futuro nos pertenece sólo a nosotros. Si no aceptamos nuestra adscripción administrativa actual, deberíamos tener medios democráticos para conseguir cambiarla.
¿Para qué sirve la política si quienes gestionan el Estado se reconocen incapaces de solucionar nuestros problemas? Cuando habla de imposiciones unilaterales, se referirá a Castilla y León, ¿no? Que yo sepa es la única que impone estudios falsos, condiciones insalvables y desprecio más absoluto a voluntades democráticas expresadas sin violencia ni escándalos, con la sola fuerza de la razón y el único camino de la política.
¿Es que esto no vale para nada en democracia? Dígamelo usted, porque yo, a pesar de vivirlo, me niego a creerlo.
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