Circula por ahí el eslogan de cierto partido, popular para más señas, con el que sus voceros y dirigentes cierran sus mensajes en lo que a economía se refiere : Rigor en lo económico, firman y afirman orgullosos.
Hablar con propiedad es uno de esos pocos casos en los que el uso de la palabra propiedad me parece tan indiscutible como necesario. Sólo el uso de la propiedad en el lenguaje evita su abuso. Eso sí, algunos que se preocupan mucho de la propiedad en el resto de los usos que el lenguaje da a esta palabra, se descuidan al elegir una palabra y luego pasa lo que pasa, que a menudo se descubren y hasta se retratan más de lo que piensan.
Rigor tiene según la RAE 8 acepciones. Si eliminamos las dos que se refieren al ámbito de la medicina, y la gernanía que cierra la lista lo que queda es lo siguiente:
1. m. Excesiva y escrupulosa severidad.
2. m. Aspereza, dureza o acrimonia en el genio o en el trato.
3. m. Último término a que pueden llegar las cosas.
4. m. intensidad (? vehemencia). El rigor del verano.
5. m. Propiedad y precisión.
Solo una de las 32 palabras que en ella pueden leerse, si excluimos preposiciones y esas cosas tiene un matiz no demasiado negativo : “precisión”. El resto ya vemos: Excesivo,escrupulosamente severo, áspero, duro, intenso o vehemente, etc. Incluso si nos pica la curiosidad por ver lo que significa acrimonia, el resultado es del tenor de lo siguiente:
1. f. Aspereza de las cosas, especialmente al gusto o al olfato.
2. f. Agudeza del dolor.
3. f. Aspereza o desabrimiento en el carácter o en el trato.
Claro que habrá quien diga que como la economía está enferma igual es que han elegido la palabra con intención de asimilar sus significados en el terreno de la medicina. Pues no digo yo que no, pero que cada cual saque su impresión:
6. m. Med. Tiesura o rigidez preternatural de los músculos, tendones y demás tejidos fibrosos, que los hace inflexibles e impide los movimientos del cuerpo.
7. m. Med. Frío intenso y extraordinario que entra de improviso en el principio de algunas enfermedades, como en las calenturas intermitentes.
Así pues, el que caiga en el engaño que no diga luego que le han engañado. Lo que algunos prometen es lo mismo que llevan meses haciendo, y ciertamente se refleja muy bien en su lema… Rigor en lo económico.
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