Publicado en Diario de Noticias de ílava el 23 de septiembre de 2007
Me he alegrado hoy al leer en Diario de Noticias las intenciones de Isabel Martinez, concejala de promoción económica, para la revitalización del comercio y la vida en el centro de Gasteiz. He sentido esa alegría que sentimos los humildes cuando alguien con mando dice algo parecido a lo que uno viene diciendo hace tiempo. Lo único que ocurre es que lo que vengo diciendo a quien me quiere oir, y a alguno que no quiere también, es que yo iría todavía más lejos.
La gran queja de los pequeños comercios del centro de la ciudad, de la nuestra y de casi todas las demás, es que la modificación de hábitos de compra, no sé si como causa o como consecuencia, ha movilizado gran parte de la venta a los grandes centros comerciales. Así que está bien dejar de quejarse, analizar por qué y proponer medidas para solucionarlo.
¿Qué es lo que ofrecen los centros comerciales? Aparcamiento gratuito y relativamente cercano al punto de compra. Multioferta integral de ocio y consumo (bares, restaurantes, cines y salas de juego, chiquiparks, ludotecas, y además alimentación y comercio variado). Presencia de marcas de calidad. Actividades corporativas que atraen a gente al recinto (sorteos, actuaciones, desfiles, eventos, etc.). Medios de movilidad interior, carritos de compra, rampas, escaleras, ascensores, etc. Y además abrigo a las inclemencias del tiempo.
En esto último es donde en Vitoria tenemos más dificultades. Pero aún así, no sé si como leyenda urbana o como proyecto más o menos coherente, he oido más de una vez la idea de proteger de alguna forma no ya todo el centro, pero si al menos algunas de sus calles.
Pero en el resto, el centro de Gasteiz ofrece más ventajas que inconvenientes a la hora de plantearlo como un gran centro comercial. Está peatonalizado, luego permitiría un tránsito tranquilo carrito en mano. Dispone de espacios en los que organizar eventos, y demás. Cuenta ya con marcas de calidad establecidas, y con espacio para atraer a más. Tiene cines que no debería dejarse escapar, y además museos, salas de exposiciones, teatros y demás puntos de oferta de ocio cultural. De bares y restaurantes evidentemente no hace falta ni hablar por su presencia y calidad.
¿Qué es entonces lo que falta? Pues así en lo material, aparcamientos gratuitos y conectados a las zonas peatonales. Algunas infraestructuras como ludotecas y chiquiparks y posiblemente una gran superfice de alimentación. Bueno, eso y lo que es más importante, como decía el chiste aquel… organización. Organización porque esto que se plantea tiene un beneficio, o mejor dicho dos. Revitaliza la vida en la ciudad, y garantiza la rentabilidad de las empresas, pequeñas pero empresas, que en ella desarrollan su actividad. Y este segundo beneficio, es el que debe incidir en la solución al gran nudo gordiano, la financiación.
No se trata de financiar con dinero público la actividad económica de particulares, sino al contrario, de implicar a éstos en un modelo de gestión participativo, innovador e imaginativo que puede y deber contar con el necesario apoyo institucional. Vitoria, los vitorianos, y quienes nos visitan lo agradecerán, y los comerciantes ahora desesperados verán un reto ilusionante que el ayuntamiento venderá sin dificultad.
Así pues, como decían los Madness, anímese señora concejala, y en la línea de lo que avanza dígase también… Un paso adelante.
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