Iluminatis

Publicado en Diario de Noticias de Álava el 28 de octubre de 2014

¡Hágase la luz! Y la luz se hizo. Pero vio el hacedor que la luz era plana, como una tortilla planetaria, y dijo ¡hágase la luz, pero hágase en 3D! Y la luz se hizo en 3D. Se encargó de ello la misma empresa que iluminaba Madrid por navidades con delegaciones en Alicante, Málaga, Granada y en Puente Genil, de donde venían las latas de membrillo que comía yo de niño. Y todo por el módico precio de 116.475 euros IVA incluido, todo legal, sin fraude ni cartón. Dejará Vitoria por fin de ser esa ciudad plana y gris, al menos por navidad, y pasearemos por las heladas calles de diciembre bajo luces blanco cálidas y blanco frías, azules y doradas. Como aquí nunca nieva ni hace frío las luces del sur nos evocarán, alejándose de la iconografía clásica, cosas nunca vistas como copos de nieve, nubes, viento… Vitoria será diferente, diferente a si misma. Eso si, con una iluminación 100% led, que para eso somos green.

Y el que tenga tentación de levantar la voz que se abstenga, que una cosa es venir a quitarnos el trabajo, el dinero, la sanidad y la educación sin papeles y otra es hacerlo con la factura por delante. Vitoria ya no es la vieja Atenas del Norte, ahora la luz viene de Alejandría y su faro lejano. Atrás quedó el siglo de las luces y de nuestros gloriosos ilustrados, de aquellos que nacieron aquí y de aquellos otros que simplemente nos visitaban y fundaban sociedades y escuelas de artes y oficios, escribían fábulas y hasta avanzaban, hablando de luces, en materiales que acabarían en el filamento de las bombillas que nos iluminaban. La ciudad pionera en la lucha contra el fraude ultramarino adquiere de nuevo relieve planetario y se autofesteja en 3D mientras persigue implacable su lucha contra el fraude de los pobres.

Definitivamente aquí nos estamos quedando a dos luces bajo la conspiración de nuestros propios iluminati.