Se comenta estos días que cerca de 200 infantes cuyos padres quieren introducir en el mundo de la música se van a quedar sin plaza. La escuela municipal de música no puede absorver la demanda y dejará fuera de juego a estos 200 futuros intérpretes de entre 4 y 7 años.
Uno podría pensar que es un tema menor, que hay muchas otras cosas más imortanes. Yo la verdad ignoro ahora mismo lo que puede costar ampliar el servicio para cubrir toda la demanda, pero tengo la impresión de que es bastante menos de lo que el consistorio lleva gastado o gastará en informes y estudios sobre el auditorio. Y claro, ahí es imposible dejar de pensar que una vez más empezamos la casa por el tejado.
Para llenar ese auditorio hace falta crear afición. Para disfrutar de su contenido hace falta formación. Y hasta para soñar con poblar su escenario de músicos locales hace falta hacer cantera. Luego nos quejaremos de que los jóvenes son vagos, insolidarios, no leen, no hacen nada más que beber y drogarse. Pero claro, va uno quiere hacer al niño músico y se encuentra en la cola de las urgencias municipales, condenado al fondo del presupuesto. Eso sí, en coherencia con todo lo anterior, negociaremos con los hosteleros que se amplie el horario de cierre de los bares y todos tan tranquilos.
En fin, que hablando de bares y de fiestas no quiero hacerme mala sangre porque hoy comienzan las fiestas de La Puebla de Arganzón. Estais todos invitados… a venir. Aunque ya por decirlo todo, me temo que hay 22 personas que no podrán venir. Hoy si que tendrá sentido aquello de… ¿estamos todos? No, faltan los presos.
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