Tuuuunnnkk es un microrelato que no está basado en hechos reales, sino supuestos, ni he atropellado a nadie ni me han atropellado, aunque también es cierto que algún atropello he visto y algún golpe me he dado, pero bueno, lo publico más que nada porque hacía tiempo que no terminaba nada y aunque sea cortito me ha gustado conseguirlo. Ahí va:
Tuuuunnnkk
Apenas fue un momento. Un instante fugaz y todo terminó con un ruido. Un sonido de los que nunca olvidan los que lo oyen y que al que lo produce no le da tiempo a recordar. Toda una eternidad en el intervalo que media entre el destello y el estruendo, como en el que media entre el relámpago y el trueno frutos ambos del mismo rayo. Y luego el silencio, y luego los gritos. Y el tiempo en sí haciendo la goma, como un ciclista fundido camino del Tourmalet. A veces explosivo, a veces clavado. Como el alce cegado por las luces en medio del asfalto viendo la vida pasar y la muerte llegar. Como Ícaro observando camino del suelo el céreo gotear de sus alas fundidas e inservibles.
Caminaba despistado, es verdad, dando vueltas a la vida.
Conducía difuso, es cierto, aprisionado por las dudas.
Pasó entre dos coches, iba deprisa.
Se acercó al borde de la calzada, venía un coche por detrás.
Al salir de entre los coches siguió andando mirando sin mirar.
Desenfocado y casi oculto por el espejo le pareció ver un bulto avanzar.
Se giró de pronto la acera de enfrente y se sintió volar.
Y el bulto se acercaba hacia el cristal por detrás del espejo.
Casi no me dio tiempo ni de decirme a mi mismo adios.
Al cambiar el foco vi sus ojos romperse contra el cristal.
Y siguió el vuelo por el aire como un muñeco.
Y pisó el freno como un poseso.
Y por sus ojos sanguinolentos comenzó la vida a desfilar.
Y el chirrido de la goma al quemarse contra el asfalto sonaba lejano e irreal.
Y se acabó el volar.
Y el coche se detuvo.
Y en la calle entera se escuchó ese tuuuunnnkk seco y blando de un cráneo al romperse contra la acera.
Javi Vegas
En Vitoria a 28 de noviembre de 2014
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