Hay algo más pesado que un dolor de muelas, el dolor inmediato que produce su ausencia traumática, ese que surge cuando se van dioluyendo los efectos de la anestesia. Por si eso fuera poco me dijo mi dentista que no me tumbase para evitar hemorragias, lo que equivalía a decir que me había quedado sin siesta. Debía pues mantenerme despierto. Me acordé entonces de que tenía sobre el DVD una película que Aitor me había dejado y yo había prometido ver. Aitor es algo más que un camarero de referencia. Es una persona que trabaja en una barra sin limitarse a eso, a que su trabajo sea su vida pero sin despreciarlo. Pero a lo que vamos, que me puse la película con la esperanza de pasar más rápido la tarde y olvidar el tema de la siesta.
Objetivo conseguido.
Me gustan las películas de la mafia. Me la ví además en versión original, lujo que en los cines es casi imposible, y si no hubiese sido por el dolor de las extracciones hasta hubiese disfrutado con unas palomitas. No diré que no haya visto películas mejores, pero también las he visto mucho peores, y muchas. Hubo cosas que me gustaron y cosas que no tanto. Como en general la película me gustó empezaré por lo que no me gustó y así paso antes a lo que si que me gustó.
No me gustaron algunos vacíos de guión, algunos flecos sueltos o anzuelos sin recoger. En el fondo es lo que distingue una película buena de una excelente, el que la historia no se deje pelos en la gatera. Yo que sé, por citar algunos que recuerde así a botepronto, no me quedó muy claro o no me quedaron muy cerrados los finales de Dillon, del Yonki o incluso del matón invitado. No doy más detalles para no destrozar la visión, pero bueno, no es muy cineamtográfico recurrir a las conversaciones de los actores para desentrañar el destino de los personajes. Algunas secuencias son tan brillantes que a veces no queda claro si se compensan con el resto, pero bueno, no dejan de ser birllantes, y si se me apura, a veces, el tono general puede incluso parecer pretencioso, pero no deja de tener su encanto esa combinación de encanto de sabiduría popular y frases brillantes y haste cierto realismo mágico.
Me encantó el trabajo de los actores. De Brad Pitt a Ray Liotta pasando por… todos. Secuencias brillantes como antes refería hay varias. En lo plástico hay una de un trabajo que es visualmente preciosa a pesar de su crudeza. La del yonkie puesto hasta las cachas no es menos mala. Vamos, yo diría que alguien que sabe de lo que habla ha colaborado en su concepción y realización . La del atraco por ejemplo es una mezcla delirante de atraco a las tres y el cine americano. Algunas frases son brillantes, así como algunas historias perimetrales, la de los perros por ejemplo. El film tiene ese aura de atemporalidad. Sabemos que es actual pero podría pasar en los 60 o en los 70. Coches y barrios colaboran a ello. El contrapunto entre la sórdida, desencantada y desapasionada concepción de la vida, la sociedad, la justicia y la moral, si es que la hay, en que viven los personajes y la presencia de los discursos y mensajes de la campaña Obama MCain es casi de lo mejor del film. Da pie a comprender la escasa distancia que hay entre la reyerta política y la reyerta callejera entre el lumpen y la politica que viene a ser lo mismo pero con distintas estéticas. La justificación de un ajuste de cuentas sobre un inocente porque es lo que la calle poide vale para ambos mundos. Pero además esa presencia del debate político da pie al diálogo final, ese que concluye con la frase que figura en el affiche: “América no es un país, es un negocio”.
Si quieres saber como se llega aesa conclusión basta con que disfrutes de este Thriller. Te lo recomiendo.
Y gracias Aitor por recomendármela a mi
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