Recoge la prensa de hoy que “los barones” (el entrecomillado es porque cito textualmente) de Eusko Alkartasuna alcanzaron ayer un acuerdo para presentar una única candidatura de consenso para la elección de la Ejecutiva Regional que regirá los destinos del partido en los próximos tres o cuatro años. Coinciden agentes y narradores en la bondad de tal noticia y lo hacen apelando a la capacidad negociadora, a la flexibilidad, a la responsabilidad y a la importancia de trasmitir una línea de unidad.
Pero como acostumbro a nadar un poco contra corriente, me reservo mi derecho a discrepar un poco, o al menos a proponer otro punto de vista según el cual la noticia no sería tan buena.
Soy de los que sigue pensando que la política es básicamente cuestión de ideas, y que las personas son en definitiva instrumentos al servicio de las mismas. El desarrollo del congreso me lleva a constatar que en la práctica ocurre lo contrario. Ni la prensa ni “los barones” se ocupa practicamente del debate de la ponencia política tan atareados como están los unos en cocinar y los otros en saber más detalles del plato. Lo que a la postre interesa son los nombres, los cotilleos, y todo eso relacionado más con la crónica social de la política que con el debate político en sí.
En segundo lugar, resulta curioso que una nueva etapa, que se abre bajo la bandera y el eslogan del “principio democrático” tenga precisamente un principio más oligocrático que democrático. Es como si volviesen de pronto los usos y maneras que fundamentaron aquellas desviaciones políticas de la ilustración del XVIII y XIX. Me refiero a aquello del despotismo ilustrado. Aunque bien pensado, y no ya solo por este caso, sino por la práctica habitual en las organizaciones políticas, me da la impresión de que asistimos al fortalecimiento de una nueva teoría de la organización política, el feudalismo democrático.
Al principio de representación electiva crítica, consciente y participativa se aplican las prácticas de la representación electo-sugerida, sumisa, creyente y afirmativa. Al del debate y confrontación razonada  entre los proyectos y quienes los defienden, se aplica la concepción gastronómica de la política. Los barones, instalados en sus tiendas blasonadas negocian y gestionan sus intereses. Cuentan para ello con el recuento de sus huestes. Huestes que acampan junto a las tiendas en el campamento o salón plenario prestas a convertirlo en campo de batalla y pasar a cuchillo a los infieles a la más mínima indicación de sus señores. Son por así decirlo, los más fieles de entre los fieles, los más dispuestos.
en fin, que puede que tenga que ser así. Puede que no sea tan malo, puede incluso que no pueda ser de otra manera. Pero sigo imaginando la política como el arte de materializar los sueños, no como la técnica de convertirlos en pesadillas. Eso sí, sea de una forma o de otra si que me parece conveniente darle una vuelta…
Una cosa es resentimiento y otra cosa es otra cosa. Esto corresponde más bien a ciertos comportamientos que uno va conociendo y que no comparte que a un resentimiento. en todo caso agradecimiento por haber tenido la oportunidad de aprender todo lo que he aprendido. Si he sido un intocable como dices, no es problema mío sino de quien no se haya atrevido a tocarme. Eso es precisamente lo que no me gusta. Y en relación con lo de participar, fíjate que resulta que de la misma forma que mi participación como hueste no ha sido considerada conveniente, si lo fue por la asamblea mis aportaciones al texto, algunas de las cuales formarán parte de la ponencia y otras de las cuales no lo serán porque tengo la impresión de que nadie las defendió como hubiese sido su obligación. Cosas que tiene la vida… Como el respeto y cariño que mutuamente tengo con mucha gente de dentro y de fuera, gente a fin de cuentas.
Barkatu, quería decir que todo el mundo no puede estar equivocado y contra ti. Durante estos años has vivido muy bien protegido por esos “barones” , de hecho tu has sido un intocable para mucha gente de EA. Al parecer has perdido la confianza de los “Señores”, quizás tenga s que volverte a ganar el cariño y respeto pero no de los miembros de la Ejecutiva sino de los afiliados de base
Pero javi, por favor qué nos cuentas? Tu has sido un ejemplo de servilismo a muchos de esos barones de los que hablas en tu artículo y. Creo que ahora escribes desde el resentimiento porque como hueste que eres, esta vez, desde tu organización local ni siquiera en el campamento se te ha permitido participar.
Desde el cariño te pido que reflexiones. Todo el mundo no puede estar contigo y creo de verdad que en EA necesitamos a gente como tu.
Agur bat eta opa dizut urte berri on
Muy bien Chaval. Eres un fenómeno del análisis. Como bien dices no sabemos si seráesto bueno o lo políticamente correcto. Ya dudas, como yo en la entereza políticas- Ea se tiene que mirar muy mucho en el ejemplo de su concejal de Laguardia que, sin ser afiliado, les ha dado un ejemplo a los dirigentes y a los barones-yo sólo creía que había en el Psoe y en el PP y en Pnv… Quizás no te lleves más prebendas en este tipo de partidos pero, por lo menos, como su concejal de Laguardia, te llevarás buen rollo a la cama, que no es poco. Si no tienes vocación de fontanero, deja las chapuzas para otros, que seguro que les gusta el buzo, o el estandarte de su centturia.
Aupa Treviño, por cierto, otra quinera abertzale por los lenguaraces políticos alaveses y vascos.
Feliz Navidad.