Toda una vida

Publicado en Diario de Noticias de Álava el 20 de febrero de 2019

Tal día como hoy, 20 de febrero, mientras este pergamino aparece en la trasera del Diario, en el BiBat, al finalizar la presentación del Parque Megalítico de Legaire que comenzará a las 11:30, un tal José Ignacio Vegas recibirá un homenaje. “Toda una vida dedicada a la arqueología” reza la convocatoria

Si el convocante hubiese escrito toda “la” vida, hubiéramos tenido que matizarle, porque uno de los rasgos del homenajeado, como de muchos con los que compartió generación, es el de no tener una, sino muchas vidas, dicho esto en el buen sentido de la palabra. En el caso que nos ocupa, la arqueología es una de ellas, muy importante sí, pero ni siquiera la primera. Está la pintura, el cine, la fotografía, la implicación en la Bascongada, la docencia, la crítica de cine, la de arte y hasta la vida esa que le dio sustento y que aún revive cada año con pasión: la fábrica. Y la llamo así porque el homenajeado la ha vivido en todas sus razones sociales hasta su jubilación, de Inauto a Mercedes pasando por Mevosa, DKW, etc.

Pero volviendo a la arqueología, en el caso de los de su generación, aquello de todo y de vida no puede ser más cierto. Porque era su vida y la de todas sus familias. Todos usando las vacaciones de sus respectivos trabajos para dedicarlos a la excavación, los domingos a la prospección y los puentes a la excursión. Y ahí estábamos los Vegas, los Llanos, los Agorretas y los Fariñas creciendo al abrigo de las piedras y usando metros y azadillas como juguetes en la tierra mientras nuestros compis de cole jugaban con cubitos y palas de plástico en la arena. Y eso por no hablar de nuestras madres. Con pañuelo y botas, a pie de obra, mientras a buen seguro sus amigas tomaban el sol y disfrutaban en las terrazas de Zarauz o de Levante. Toda una vida y todas las vidas juntas y por amor al arte. Merecido homenaje, si señor.