Me han llegado al corazón. El momento que tanto había estado esperando ha llegado por fín. La excelentísima diputación foral de álava, la misma que de forma expresa restringe sus ayudas a los empadronados en los límites administrativos del territorio histórico de álava dejando fuera a los del enclave, va a poner un mastil en blanco. Un mastil del que colgará un pendón virtual.
No me ha quedado muy claro el por qué de la virtualidad. No sé si es que no tenemos muy claro si el enclave de treviño es la octava cuadrilla o si son dos municipios cada uno de los cuales pertenece a alguna de las ya existentes. No sé si es que el problema es, que como lo anterior no está claro, esa cuadrilla virtual no tiene un pendón real, y entonces mejor poner el virtual, o sea ninguno. No me ha quedado muy claro si simplemente se trata de que el valor y los sentimientos , llegan hasta donde llegan. A poner un mastil del que lo que habría que colgar es el pendón de castilla. Porque el valor llega hasta ahí, hasta poner el mastil.
¡Qué emoción! Lo que si me entristece es que alguno de los que llevaba años defendiendo esta cuestión no esté para disfrutarlo…
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