Jainkoak eztezala nahi Bilboko karrika bati
nire izenik eman dezaiotela.
(Eztut nahi bizargile hordi batek esan dezala:
Ni Arestin bizi naiz, anaiaren
koinata nagusiarekin. Badakizu. Maingua) (* abajo en castellano)
Desde que los leí, hace ya muchos años, he guardado en la memoria estos versos de Aresti. Y es que realmente lo de los nombres de las calles parece que los carga el diablo.
En una tierra donde la independencia es siempre algo conflictivo, porque para unos se escribe con tz, para otros es inclusiva y española, para otros una aspiración, un anhelo personal, y hasta una cualidad profesional no siempre suficiente mente valorada, en Vitoria hemos zanjado la discusión de un plumazo. Tal como aparece en algunos titulares de prensa, la hemos cerrado. Se acabó la discusión. A partir de ahora andaremos por la paz y hasta por los fueros, de bar en bar y de posta en posta.
Eso sí, con esto de zanjar la discusión y cerrar la independencia, vamos a aislar al héroe local, al general álava, por lo menos hasta que surga de la historia dato el benefactor. Le dejaremos, eso sí que siga su tertulia con el general loma y con becerro de bengoa siempre bajo la atenta mirada de San Antonio. Y eso cuando nos acercamos a los fastos del 200 aniversario de su protectora entrada en la ciudad de Vitoria para salvarla de sus aliados.
Ya dirá don Ricardo, que cara me ha costado la independencia y que poco agradecida mi ciudad…
Â
(*)
No quiera Dios que pongan mi nombre a una calle de Bilbao.
(No quiero que un barbero borracho pueda decir:
Yo vivo en Aresti con la cuñada
vieja de mi hermano. Ya sabes. La coja)
Leave a Comment