El blues es de por sí una canción en parte triste, puede que descarnada, con un punto de queja y casi siempre en tono rural, esclavizado. El blues no lo cantan marichalar y sus mariachis. Ni siquiera letizia y sus lo que sean. El blues del autobús lo canta el chofer y su coro.
Va uno, coge el autobús de línea, un servicio público, y de pronto se ve envuelto en el blues del autobús sin opción a réplica. El chofer se pasa todo el recorrido hablando con los jubiletas de la fila uno despotricando contra todo y destilando esa falsa filosofía revolucionaria de quien nunca moverá un dedo por nadie. Y uno, junto con su billete, paga el derecho a asisitir a una sarta de obviedades en silencio. Y eso invita a pensar.
En plena sociedad de la información es pasmoso ver lo desinformada que está la gente. todos los políticos son iguales, pero luego todos van a votar a los mismos que han votado siempre. Sin preocuparse de lo que son o han sido, votarán, eso es seguro. Y eso a pesar de que ese que estuvo en el gobierno vasco y se fue diciendo que iba a una universidad sea ahora el presidente de repsol o de no se qué. Si es igual si salen todos colocados. Si el otro día oí en la radio a uno que decía que tenían que quitar diputrados y así arreglabamos la crisis. Que razón tiene, que razón tiene. Y usted a que va a vitoria. A pagar una cosa en el banco. Otros ladrones. Pues a mi el oro día me dijeron que una cuñada de un tío del concejla de no se qué de no se donde tenía un iso de proteción oficial. Pero si es lo que le digo. Al autónomo, a ese ni perra, y toda la vida trabajando el pobre señor. Pero claro, como lo tienen montado todo para ellos, …
Así pasan los kilómetros sin derecho a réplica, pero eso sí, con el derecho a comprender la distancia que hay entre la opinión pública, la publicada, y la opinión del público en general. Pero tambien es cierto que, con estos mimbres vaya cesto revolucionario de los huevos que vamos a hacer…
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