Suele decirse que el sano ejercicio de leer la prensa es poco más que un cilicio mental o una terapia de autosufrimiento. Masoquismo puro. Por eso hay veces que merece la pena disfrutar con esas noticias que a uno le hacen reir más que sonreir. Son noticias en las que suele conjuntarse una redacción supuestamente aséptica con una situación kafkiana, surrealista y en todo caso hilarante. Desde el titular hasta la última de las letras todo en conjunto es un compendio de humor, de humor narrado, hasta de suspense humorístico.
La noticia en cuestión puede leerse hoy en Diario de Noticias de ílava.
Empecemos por el titular: “Detenido por abalanzarse contra la princesa Letizia al grito de “¡muerte al Rey!””. Y uno se plantea: pues si que empezamos bien. La tal Letizia tendrá aspecto de todo, pero de Rey yo no la veo, vamos que ni pintada de negro pasa por Baltasar.
Pero sigue uno leyendo y empieza a comprender la situación: “Se trata de un enfermo psiquiátrico que no había tomado la medicación correspondiente”. Vale, ahora todo tiene explicación o empieza a tenerla. ¿Un delirio que le hizo tomar la parte por el todo? ¿Hay que estar loco para abalanzarse sobre Letizia? ¿La ausencia de medicación puede considerarse un arma de destrucción monárquica? En fin, sigamos leyendo que esto promete.
Para empezar es normal que el hombre esté en tratamiento. Argentino, con nacionalidad italiana y documento de residente en Baleares. ¡Menuda empanada! Pero, ¿qué hacía un argentinoitalobalearenfermopsiquiátricosinmedicación tan cerca de una Princesa de Asturias? Pues muy sencillo. Estaba en un hospital, que es a dónde había ido la princesa de Bekelar. Y ¿qué había ido a ver? Pues no se lo pierdan… el proyecto denominado La sonrisa médica, “con el fin de conocer la labor que hace un equipo de payasos profesionales en el hospital.” Y entonces va el argentinoitalobalearenfermopsiquiátricosinmedicación y no se le ocurre otra cosa que gritar aquello de “muerte al rey” mientras se acercaba a la princesa. Tampoco mucho porque se ve que los de seguridad conocían a todos los payasos de proyecto y decidieron que eso no era como lo de la fura y que además no llevaba la naríz roja que mandan las ordenanzas. Así que, lo de abalanzarse, abalanzarse se mire como se mire, no parece que fuese tan abalanzamiento.
Lo que sí que quedó claro es que se lo llevaron para comprobar si tenía antecedentes penales, cosa también paradójica estando en un hospital, y teniendo en cuenta que los antecedentes que buscaban y explicaban el asunto eran según parece más médicos que penales. Y además, vamos a ver, ¿es que el haber robado una cartera en tu juventud tiene algo que ver con que seas o no republicano y confundas princesas con reyes? ¿Acaso el haber sido condenado por un delito de conducción bajo los efectos del alcohol haría más grave la monárquica ofensa?
Eso si, el delegado del gobierno tranquilizó al planeta azorado por tamaña tropelía antiprincipesca, y explicó que el pobre argentinoitalobalearenfermopsiquiátricosinmedicación “se había descompensado”, pero que en todo caso ya le habían compensado y que todo era un problema sanitario más que policial, tras lo que el redactor remata la noticia recordándonos que “La princesa se trasladó a Palma para visitar el proyecto con el fin de conocer la labor que hace un equipo de payasos profesionales en el Hospital”.
Yo no lo hubiera hecho mejor…
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