Ya lo observó sagazmente el amigo Aresti:
Egunero Laudioko kanpandorrea ikusten dudanean
fabriketako tximiniekin konparatzen dut,
eta ikusten dut
eztela hain gora,
diruak
fedeak baino
gorago
igotzen baitu.(Cuando cada día veo el campanario de LLodio, //Â lo comparo con las chimeneas de las fábricas // y veo // que no es tan alto // porque el dinero // asciende // más arriba // que la fé.)
Lo de ayer del Bernabeu es un paradigma de esto, y de muchas más cosas también. Es casi una vergí¼enza. Verle al Florentino en tono beatífico, como un nuevo demiurgo, con porte, verbo y expresión más propia de un obispo que de un constructor y presidente de futbol resulta alucinante. Ver a un presunto deportista convertido en mesías, incapaz de dar tres pasos sin sonreir como para foto y poner el pulgar hacia arriba en clara pose de poster anuncio. Verle regalar una camiseta para que se vea mejor al anunciante que al niño, y sobre todo ver a 80.000Â personas verlo causa sorpresa, estupor, decepción y hasta miedo.
Y es que es como para tener miedo de que la gente y los medios aplaudan y jaleen un circo como este en los que se mueven unas cantidades que son absolutamente indecentes y desproporcionadas. Por poner un ejemplo… Nuestro querido auditorio y palacio de congresos y exposiciones, con la mejor acústica del mundo y siendo una de las más importantes obras públicas de una ciudad como Vitoria Gasteiz, capital de una comunidad como la vasca, y poblada por más de doscientos mil habitantes podría costearse con la ficha de 2 futbolistas. El cristiano Ronaldo, que visto el triunfo o es el más creyente de lso cristianos o ha vendido su alma al diablo, Cuesta lo que cuatro estaciones de autobuses, y no recuerdo las cifras ni si se han publicado, pero con el precio de Kaká es fácil que pudiésemos hacer dos ayuntamientos y un parking…
En definitiva, menuda nueva religión que se nos viene encima en cuya cúspide tenemos ni más ni menos que a un cristiano ronaldo…
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