Vitoria ha dejado de ser una ciudad gris. Puede que gris siga siendo el color del ánimo de los vitorianos, pero la ciudad no. Ahí están para demostrarlo, por ejemplo, los atrevidos juegos cromáticos de las fachadas de los barrios nuevos (no confundir con el facha de barrionuevo). El nuevo log de imagen ciudadan no es que sea muy colorido, pero su verde casa bien con el naranja de las bicicletas de alquiler, y hasta el tranvía, con su verde en movimiento contribuye también a esta sinfonía de color.
Ahora toca dar un reapso al suelo. Como resulta obvio y al estar asfaltado es más bien gris. ¿Es? no, era. Ahora, al margen de hormigones impresoso y pintados, el suelo de Gasteiz será también multicolor. Tendremos sobre él el amarillo de las obras (el más habitual), el rojo de las dobles filas, el que las debería impedir, no señalizar, el blanco de las señalizaciones y hasta hoy mismo el azul de la OTA. Pero como en tanta variedad no estaba el gusto, nuestros ediles han resuelto arreglarlo y a ello van.
Ahora, con la nueva OTA, además de ampliar el tamaño del lienzo, que en los barrios también quieren color, vamos a ampliar la gama, que aunque seamos albiazules, el mundo es más grande que eso y una capital de euskadi lo debe reflejar así. Tendremos verdes y fucsias, morados, y naranjas y limonoes y que se yo cuantas cosas más. Pobres daltónicos y pobres invidentes, y hasta pobres perros si cierto es que no ven en color. Se perderán el cielo multicolor y el arco iris gasteiztarra.
Leave a Comment