Hoy no ha sido tu día, o puede que sí. El caso es que para mi sigues siendo el campeón. Unas vueltas más y todo habría cambiado, una curva menos y todo hubiese sido diferente. Pero en este como en otros torneos, lo que queda es el resultado. Es lo que cuenta.
Lo que cuenta en uno de esos deportes donde las banderas entran con calzador, donde no hay, para los autéticos aficionados, más patria que el motor, ni más colores que los del casco y los del carenado. Aquí la patria tiene marca, de motos, de tabaco, de petroleras u operadores telefónicos. Y se equivocan los papanatas que buscan otras patrias.
Rossi es italiano, pero eso aquí es una anécdota, igual que los es que Hayden sea americano. Son pilotos y punto, igual que Pedrosa, igual de De Lorenzo, igual que Bautista. Igual de igual que McCoy es Australiano, igual que Doohan, igual que Swantz era americano, que más da, no se oye su voz cuando se poene el casco, y eso, el caso y no la lengua, es lo que les hace grandes, lo que les crea un hueco en nuestra memoria. Ducati es italiana, yamaha, honda, suzuki japonesas, pero lo que hace grande a Ducati no es su pasaporte, es ella misma. Hoy dos ducatis han subido a lo más alto, y eso es grande. Hoy Rossi ha firmado una de sus mejores carreras, pero no ha ganado, ni ha conseguido tampoco ser por sexta vez campeón del mundo.
Bueno, yo creo que ha conseguido algo más importante, seguir siendo el más grande, seguir siendo el mejor.
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