Todo lo relacionado con el azar tiene por propia definición un componente irracional. Esto no es malo en si mismo, es más incluso es bueno en la medida en la que nos devuelve un poco esa naturaleza animal que tanto nos cuesta dominar a golpe de culutra educación y que se yo cuantas cosas más.
Uno de los casos más títpicos de irracionalidad en los juegos de azar es el sorteo de navidad, el de la lotería, el que generó el mito del gordo de navidad (mucho antes que el de papa noel).
Cuando era pequeño recuerdo a mi abuelo Pablo ordenando encima de la mesa del salón las participaciones, décimos y demás documentos loteros por terminaciones. Con el bloc y el lapicero y la radio, anotando premios uno tras otro.
Lo que también me enseñó aquella costumbre que anunciaba de forma inminente la llegada de la navidad, era que generalmente el gordo caía en el taco en el que menos números había, y consiguientemente un año tras otro perdíamos nuestros ahorros y nuestras ilusiones, y en el mejor de los casos, los perdíamos en el del niño.
Hoy parecía que había tocado el gordo en Vitoria, y algo si que ha tocado, pero poco, y a la gran mayoría, como todos los años se nos queda una mala sensación, hemos tirado dinero, y lo que es más triste, es que la hemos tirado por envidia pasiva, por envidia apriorística. Aunque sea en silencio, muchos hemos de reconocer que gran parte del dinero que gastamos lo gastamos más que nada por si toca y nos quedamos sin pillar, así nos vamos cargando de participaciones del curro, del bar, de la sociedad, de los amigos, etc. etc.
La verdad es que las probabilidades de que toque algo en este sorteo son muy escasas, pero nos cuesta asumir que vayamos a quedarnos solos en la miseria, aunque como decía otro… lo bueno es que así hay menos gente que necesite pedirte dinero.
Por nuestra parte… un año más a seguir trabajando…
[…] Hoy debería escribir sobre el sorteo de navidad, más ahora que ya ha salido el gordo, 6381, parece ser. Pero ya lo hice el año pasado y tengo la impresión de que lo dicho entonces sigue siendo válido (el sorteo de la envidia 22/12/2006). Así pues, y visto que al vecino alcalde de la vecina ciudad de Bilbao le han ”condenado” a poner la bandera española, la bicolor, le vamos a dar una vuelta a la cosa esta de las telas. […]