Dice la prensa que se observa un cambio de tendencia en la evolución de los precios de la vivienda libre en Vitoria – Gasteiz. Normal. Hasta la mayor de las vacas no tiene ubres eternamente exprimibles. Y además, puestos a contemplar cambios de tendencia, puede incluso pensarse en un escenario chocante, aquel en el que se busque a voluntarios para tener casas.
Me explico. Esto del sistema de sorteos de viviendas protegidas, está distorsionando seriamente la ciudad, y los efectos se verán no hoy, sino dentro de unos años.
En el último sorteo de viviendas protegidas se aceptaron algo menos de 8000 solicitudes. Muchos conocemos datos que nos invitan a pensar que el número real de solicitantes es menor, parejas que se presentan por separado, etc. La ciudad está abordando una operación que pondrá en el mercado vitoriano 16.000 viviendas de protección oficial y unas 8000 libres. Bueno, eso solo entre zabalgana y salburua, porque hay otros frentes abiertos que incrementan en bastante este parque de viviendas.
Vitoria Gasteiz no tiene una previsión asentada de crecimiento de población en términos absolutos, así que en realidad una de dos, o lo que estamos haciendo es favorecer que la gente viva sola en pisos de 3 habitaciones, o lo que estamos construyendo es un enorme stock de viviendas vacías.
Eso sí, nuestros jóvenes vivirán lejos del centro en modernos pisos bien equipados y construidos cumpliendo las nuevas leyes de accesibilidad etc, gracias a lo cual podrán circular con sus bicis y sus coches de niño. El centro en cambió, se irá convirtiendo en un enorme geríatrico, y habrá que adaptar portales, y escaleras, y ascensores, y baños y aseos, y claro, todo ello requerirá un esfuerzo económico importante que volveremos a pagar todos.
En esos años, habrá gente que seguirá pagando sus hipotecas, que no habrá dispuesto de renta para viajes, ni para negocios, ni para nada, gente que hoy son los privilegiados que no pueden aspirar a una VPO porque exceden la renta, porque no se acordaron de empadronarse, o porque tienen una chabola en Crispijana (digo por decir). Los “pobres” de hoy, los que tienen que “recurrir” a la “beneficencia” municipal para acceder a una vivienda, hará años ya que dejaron de pagar su piso, y disfrutarán de coches, viajes, y hasta de un vermut con rabas.
En fin, que no me he debido levantar hoy muy positivo, porque a mi lo que me preocupa no es el cambio de tendencia, sino la dirección que lleva el asunto por encima de las tendencias. Y ojalá me equivoque…
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