Virgen Blanca

… Manantial eres de hermosura. Así­ comienza el himno a la Virgen blanca que con tanta devoción cantan los gasteiztarras a la primera que tienen ocasión y con gran orgullo.

Sin embargo va el consistorio y de su proyecto de remodelación de la plaza, lo primero que quita son las numerosas fuentes que la poblaban. Todo ello porque de 894 visitantes de la exposición en la que se presentó el proyecto después de que toda la oposición lo criticase, opinaron en un porcentaje del 20,6, que habí­a demasiadas fuentes. (Esto viene a ser unos 180 visitantes, o sea, menos de un 1% de los que votarán en Gasteiz dentro de un mes).

El monumento se queda, porque en este mismo baremo de respeto a la opinión de los vitorianos, sólo han sido unos 166 los que han opinado que era mejor quitarlo. O sea que el monumento se ha librado por 14.

Algo parecido podrí­amos seguir diciendo de los bancos, los parterres o la posibilidad del tráfico rodado. Pero al final solo queda el resabio del lamento.

Es lamentable que seamos tan frí­volos en temas de tanta trascendencia. Porque estos temas, o bien los resuelven aquellos a quienes hemos elegido para solucionar problemas y mejorar las cosas, y no para inventar problemas o empeorar las cosas, o, como algunos ya dijimos en su dí­a, planteamos un proceso de participación y debate tan serio como necesario. Porque puestos a decir cosas, a mi se me ocurre que, metidos a renovar la plaza, yo también me planteo los 90 años de construcción del monumento como una buena fecha para quitarlo.

Puestos a diseñar una plaza en Vitoria, yo también me planteo que a menudo llueve, que a veces nieva, y que cuando hace sol casca de lo lindo. Y no hay una sola sombra. Vamos a convertir un punto de encuentros en un punto de fuga, y no estoy hablando de dibujo. A menudo nos veremos obligados a rodear la plaza para no perecer de insolación ni arriesgarnos a un catarro, y uno se plantea si no es posible algo parecido a itinerarios cubiertos, a pasarelas que protejan de la lluvia y presten sombra, que puedan ponerse y quitarse, y digo solo un ejemplo de lo que puestos a pensar, muchos podrí­amos aportar.

Pero bueno, como termina el himno a la Virgen Blanca con el que empezábamos,…

Sálvanos Reina y Señora;
Virgen Blanca ayúdanos;
Ve a tu pueblo que te implora
y en toda hora
defiéndenos.

Yo no soy muy creyente, pero en casos como este, cualquier ayuda la agradezco, sobre todo si me ayuda a saber de quién me tengo que defender…

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