No quise ayer escribir sobre el tema hasta tener noticia del final. Aunque bien pensado en una historia como la que hemos vivido, el final es sólo una anécdota, es casi lo de menos, lo importante es el resto. Más aún si consideramos que además es un falso final, es digamos un corte para la publicidad, porque la intriga continua y la trama nos reserva, seguramente, nuevas sorpresas.
Decía que lo importante es el proceso, y digo que hay una palabra que lo resume, al menos en la parte que interesa a los votantes ahora tan lejanos de ese sin embargo cercano mes de mayo. Esa palabra es lamentable.
Es lamentable la sensación de cambalache que se ofrece. Es lamentable incluso la frivolidad con la que se toma todo esto como un juego. Es lamentable que por debajo, por encima y alrededor de esta aparente frivolidad, pesen razones de peso, de esas que nos llevan a las razones de estado, y a no se que grandes principios más, que sin embargo y a la postre resultan ser los más fatuos, los más vacíos y hasta los más ajenos. Es lamentable porque al final uno tiene la impresión de que se acabará haciendo lo inevitable, de que la realidad se acabará imponiendo a las maniobras, y de que en definitiva, las cosas son más sencillas de como quieren presentárnoslas.
En todo este juego da la impresión de que no se salva nadie, da la impresión de que todos se quieren demasiado a si mismos, hasta incluso de que muchos de ellos se tienen por imprescindibles. Y puede que lo sean, pero insisto, para ellos mismos. Porque lo que uno percibe a pie de calle, incluso entre gentes a las que la política no asusta, incluso entre gentes que viven con ella y hasta con otros que viven de ella es una cierta sensación de decepción mezclada con aburrimiento y hasta con cierta apatía o desentendimiento.
En fin, que es lamentable que nos tengamos que aburrir todos para que algunas mentes maquiavélicas disfruten de sus minutos de gloria mientras eso si, la vida sigue igual y todo avanza a su ritmo a pesar de ellos. Es lamentable que tengamos que esperar pacientemente a ver como se reparten los cargos para poder al fin, empezar a saber lo que se va a hacer con ellos. Eso sí, luego diremos que no se entiende la abstención ni el desinterés por la política, y nos quedaremos tan anchos.
Cierto, pero he necesitado leer todo, todo el articulo, para enterarme de lo que querías transmitir y nos estabas contando “luego diremos que no se entiende la abastención ni el desinterés por la política, y nos quedaremos tan anchos”
Besarkada bat