He seguido el consejo ese de contar hasta diez antes de empezar a aporrear el teclado. Gracias a ello puedo contener la sarta de insultos e improperios varios que la cuestión me sugería. Me refiero, como no, a la materialización de la impostura política que es la decisión de Ferraz en relación con la intención de los socialistas navarros de gobernar con Nafarroa Bai.
Es este uno de esos casos en los que lo primero que se dice es aquello de… no tiene nombre!!! Sin embargo, lo tristemente cierto es que tiene muchos nombres, hasta demasiados, y ninguno agradable.
Y la cosa es más grave de lo que parece. Se mire como se mire. Es grave por lo que es, por lo que representa, por lo que esconde, y por las causas a las que responde.
Se mire como se mire es un sacrificio, una imposición, una decisión antidemocrática que ignora y ningunea la capacidad no ya de la sociedad, sino del mismo partido de tomar decisiones y llevarlas a delante en su propio ámbito de trabajo e influencia. Es además todo un ejercicio de ignorancia aunque se vista de responsabilidad. El desconocimiento de lo que es realmente la derecha navarra hace que se cometa la irresponsabilidad de mantener en el gobierno a UPN.
Representa el final de un mito, y exigiría que el propio partido cuestionase su organización interna y dejase de engañarse y engañarnos autollamándose federal. Lo del socialismo ya lo dejaron atrás hace años.
Esconde la auténtica catadura de estos políticos de nuevo cuño, empeñados en leer encuestas y sondeos y en interpretar los presuntos deseos de la sociedad en clave de ensalada multigusto que asegure votos que aseguren puestos que aseguren poder que asegure más puestos que aseguren más medios para asegurar más votos. Dicho de otra forma, atrás quedaron los afanes transformadores de la izquierda, hasta de la izquierda democrática y conformista. Aquí se trata, más que de ser españoles, de ser simplemente gobernantes, y como quiera que el gobierno que a ellos relamente les importa es el de España, a los navarros que les den.
Y es que lo más triste de todo es que incluso en este empeño, la decisión que se toma es consecuencia de los propios errores del PSOE, y en un alarde de estupidez, pretenden arreglarlos reforzándolos. Si hay un error histórico es la carrera a la que se lanzaron populares y socialistas por demostrar cual de los dos era más español, y pretender que la mejor forma de serlo era siendo anti vasco o anticatalán. Eso puede cuadrar con la derecha, pero la izquierda nunca debiera haber entrado en esa vía. Ya sea por internacionalista, ya sea por democrática. Pero ahí se metieron, y ahora tienen sus manos atadas del ebro para abajo, y pretenden arreglar el entuerto atándoselas a los del ebro para arriba.
En definitiva, la gran habilidad estratégica del socialismo vasco navarro español les ha dejado fuera de todos los gobiernos proviciales vasco navarros, de los que habían ganado y de los que podían haber contribuido a gobernar. Eso sí, volverán a ganar en Extremadura, Castilla la Mancha y Extremadura.
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