Good Bye Spain!!!

Tal y como enfocan algunos el anuncio de Josu Jon, este eslogan al que tanto provecho ha sacado EGI y EAJ en alderdis y saraos variados bien valdrí­a para despedir al todaví­a Jelkide señor Imaz. Ya veremos como acaba todo esto. Descubriremos si existen o no lecturas en clave de estrategia, si es un repliegue táctico o un sacrificio en aras del tirunfo de los propios. Eso lo dirá el tiempo. Como el tiempo dirá si efectivamente esta decisión representa el fracaso de la trasversalidad frente al soberanismo, que también lo dudo. Yo la impresión que tengo es que desde luego es de todo menos un gesto humano, un acto movido por í­ntimas y personales razones.

Como no soy eajotaólogo, no voy a entrar en lo cierto o lo fingido de sus debates internos, en sus relaciones de fuerzas o en los contenidos de sus ponencias. Más aún cuando, como dirí­a aquel, haz tu las ponencias que ya controlaré yo las ejecutivas.

Lo que si me llama la atención es, una vez más, el mesurado y ecuánime análisis que de la cuestión hacen los medios cortesanos, vamos, Madrid. Hoy a la mañana, por poner un ejemplo, he asistido estupefacto a la mesa de debate cuyo tema casi monográfico era la cuestión del PNV en Tele Cinco. La Mirada Crí­tica le llaman (menos mal añadiré yo). Y ahí­ que se ponen, sin que se les caiga la cara de verguenza a opinar sobre el particular vasco, una periodista del ABC, otra de El periódico, y otro que por no poner no poní­an ni de donde es. Es lo que llamarí­amos el periodismo ilustrado, el que busca lo mejor para los vascos pero sin los vascos. Y en base a eso se forma la composición de lugar la opinión pública española.

Y claro, luego nos extrañamos de que nos tengan por bestias y tengan que echar carreras entre Rajoy y ZP para ver quien es más rancio español.

Y claro luego ellos se extrañan de que no nos rebelamos contra el yugo de estos nacionalistas mal nacidos, desorientados, embaucadores, comeniños, dementes y asesinos, y de que visto de lo visto sigamos tirando mástiles para no tener que ver ciertas banderas y diciendo en el fondo de nuestro corazoncito Good bye Spain.

Y es que al final igual lo que habí­a que hacer era algo tan sencillo como conocernos mejor, sin medios ni intermedios, y respetarnos. Porque mal que le pese a alguno aquí­ no se trata de odiarse, ni de creerse mejor, se trata simplemente de valorar al otro, de apreciarlo como diferente y de respetarlo como soberano de si mismo.

(Por cierto, para completar el panorama, a esa misma hora el entrevistado en los desayunos de TVE era… Fernando Savater. A mi aún me duran los ardores de tanta pluralidad informativa)