Podría definirse la Política como la ingénua utopía de creer en que los cambios son posibles, y entonces estaríamos hablando de un Arte. Pero lo cierto es que con gran frecuencia los que así pensamos sufrimos frustraciones frente a los que practican la política como una habilidad basada en el desprecio a la verdad, en la más pura y rancia supervivencia, en el más salvaje egocentrismo y como no, en el mayor de los menosprecios por la inteligencia de los individuos. Aquí hablamos de artesanía, de artesanos.
La democracia que nos vendieron está hueca, y no es más que un pellejo vacío y acartonado que apenas puede tenerse en pie por si mismo. Porque cada día, cada minuto, cada línea de prensa rezuma inconsistencia mental y prepotencia animal. Habrá quien lo entienda mejor o peor, pero es que a mi se me junta todo. Soy republicano, soy de izquierdas, soy vasco y para rematar vivo en el enclave de Treviño.
Y claro, cuando uno oye al nunca suficientemente ponderado Pepinho decir que el lehendakari debe retirar su propuesta para evitar que los vascos nos sumamos en la frustración, uno ya no sabe si llorar, reir o echarse al monte. Lo mismo que cuando uno oye a ciudadanos de castilla y león, (vaya dos piezas por cierto los que preguntaron ayer en la dos) interrogar al señor Rovira llamándole José Luis, y no como se llama, con la excusa de que ni saben catalán ni tienen el más mínimo interés en ello. Como si hubiese que tener interés en el inglés para decir deivid becan en lugar de david bechán, por poner un ejemplo. Y con semejante introducción hablan los unos y los otros y todos de democracia, eso sí, eso sí. Los mismos que se pasan por el arco del triunfo la opinión de los ciudadanos del enclave, los mismos que en aras de la democracia encarcelarían a quien tuviese la osadía de preguntar, los mismos que predican a diario la memoria histórica para los últimos 30 años y homenajean a torturadores y otros impresentables mientras son incapaces de dar un paso más atrás y avanzar pongamos 40 años más.
Todos ellos son demócratas según se dicen, y a todos asusta en igual medida el poder del pueblo, de los ciudadanos. Y no hablo ya del poder decidir, sino tan sólo y por empezar el de poder opinar, el de poder contar en lugar de resignarse simplemente a ser contados.
Yo no se Pepinho, pero a falta de que manden al ejército a precintar y retirar urnas, creo yo que cualquiera que realmente sepa lo que es libertad y democracia tiene muchos, pero que muchos motivos para sentirse frustrado. Y el mayor de ellos es que se ven por doquier actitudes de ineptos que auguran un largo devenir de nuevas frustraciones. Y eso sin hablar de las propias, que eso sería aún más largo de contar…
Muchas gracias a ambos, seguiré, como decía el otro… “de pie sobre la tierra vasca”, mirando por supuesto más allá de mares y fronteras, que hay dos cosas que si que no entienden de fronteras, el dinero y la injusticia. Y la izquierda claro está que se demuestra andando, pero eso sí, sabiendo bien de dónde y hacia dónde. Yo también detesto a esos nuevos luchadores, a los que dan “seminarios” y a los que quieren enseñarnos falsas revoluciones y llevarnos a inútiles barricadas también.
agurrak eta mila esker bihotz bihotzez
Soy de la generación frustad. la de los años de la clandestinidad. Aque@s que sufrimos torturas, cárcel y exilio y que ahora, después de haber luchado por la democracia, estos, los ” nuevos luchadores” de corbata y de toreo de salón, nos han ninguneado por que no interesan los criticos, ni los testigos del fascismo y la crueldad humana. Estos son los delfines del Laifismo” , de los ” laif” , no del laicismo.
La izquierda se demuestra andando, no lamiendo ni engañando con la lengua chaquetas nuevas ni viejas camisas azules, esas que, como sus banderas al viento, añoran y padecen de nostañgia los lobos con piel de coidero. ¡ Al tiempo compañeros! al tiempo…
Prectica tu cotidiana valentia y ganas de forjar una sociedad mejor. ASí TE SEGUIRí‰ ALENTANDO.
EUKENI
De puta madre tio. Oso Ondo