Publicado en Diario de Noticias de ílava el 28 de octubre de 2007Â
Dado el tema que voy a tratar, voy a procurar ser especialmente breve, entre otras cosas para demostrarme a mi mismo que se puede ser breve cuando las circunstancias así lo recomiendan.
El año 1856 comenzaron las obras de construcción de la vía férrea Madrid – Irún. La maquinaria entonces empleada erá básicamente pico, pala y barreno. Generalmente movían estas máquinas unos motores de la marca brazos. Aún con eso y con todo, salvando valles y montañas, horadando trincheras, cavando túneles, tendiendo puentes y hasta dando una vuelta por Valladolid, Medina del Campo, ívila y y hasta el mismísimo Escorial, los más de 600 kilómetros de vía fueron inaugurados el año 1863 o 64.
Una sencilla regla de tres nos indica que para hacer los aproximadamente 7 kilómetros de nuestro tranvía, aquellos locos con sus precarios cacharros hubiesen empleado la friolera de 34 días.
¿Se ha parado alguien a contar los días que llevamos de obras del tranvía? ¿Ha contemplado alguien las máquinas y cacharros con que obran? ¿Ha medido alguien los kilómetros de puentes, trincheras, túneles y demás accidentes geográficos que tendrá que superar el tranvía? Pues eso, que aplicando la misma regla de tres de antes, estos ingenieros con sus potentes herramientas hubiesen tardado unos 170 años en conectar Madrid con Irún. No sé al resto, pero a mi esto no me cuadra, vamos que yo pensaba que lo del progreso era otra cosa…
Leave a Comment