Tres días esperando a ver si cambiaba algo y al final va a ser que no. bueno, matizo. Pasa igual que todos los años cuando cambiamos de año.
Hay cosas que directamente no cambian. Lease que ETA emita, bueno, vomita igual mejor, un comunicado, cada vez más delirante, cada vez más patético. Que los descerebrados sigan a su bola rompiendo las rampas. Que haya mujeres que siguen cayendo a manos de sus maridos. Que haya obreros que después de dejar de fumar, de beber y de cuidar su colesterol porque son cosas que matan, siguen muriendo en sus puestos de trabajo. Y así podríamos seguir con noticias y más noticias que nos parecen viejas, conocidas, y demasiado a menudo… aborrecidas.
Luego hay cosas que parecen novedades. Pero en realidad no dejan de ser cosas que cambian nombres y lugares pero siguen siendo las mismas. Ahora es Kenia, ahora es Pakistan, pero sigue siendo más de lo mismo. Igual que los caucus de Iowa o como se llamen. Esos que nadie entendemos. Antes fue Clinton, ahora su mujer, antes el reverendo ahora otro no wasp. Cambian los nombres, pero al final elegirán a un presidente norteamericano convencido de tener que gobernar el mundo.Â
Están por fin las cosas que se llaman igual, que hacen lo mismo pero que, eso sí, todos los cambios de año nos sorprenden cambiando de cifra. Cosas como el gas, la electricidad, el petróleo, el pan y hasta el periódico. Caprichos todos ellos que nos alejan de la comprensión racional de eso que llaman el IPC y que nos acercan a la maldición más irracional cuando vemos su aplicación concreta a nuestras nóminas. Eso es de esas cosas que no te sorprenden pero te amargan.Â
En definitiva, que todo el mundo sigue año tras año hablando de planes y proyectos como si algo definitivo hubiese pasado, cuanda nada cambia. Y no cambia nada porque mientras los pringaos nos lo tomamos en serio y hacemos propósitos de cambio, los que no lo son, los que nos convierten al resto en pringaos, esos lo tienen muy claro. No quieren que nada cambie.
El Pesoe ganó las elecciones proclamando el cambio para no cambiar nada.
Mira a los partidos de lo que presumen y te diré de que carecen.