Las fuerzas progresistas de Vitoria Gasteiz, PSE, PNV y EA, han aprobado hoy los presupuestos para el 2008. EB ha votado en contra, bien sea por que no es progresista, bien porque lo es demasiado, bien porque ha tenido la impresión de no ser ni una cosa ni la otra, vamos, como de no existir. Y eso a pesar de que vieron como su propuesta de inyectar más de cuatro millones y medio al plan de movilidad era aprobada. Para si quisiera un yonki tamaña dosis.
A mi me dio una inicial alegría el ver que por fin iba a invertirse una cifra respetable en esto de la movilidad. Pero según me he ido enterando de lo que va el asunto me he sentido decepcionado. Yo pensé que se trataba de que las cosas se moviesen, pero resulta que se trata de ver cómo se mueven las personas y sus cacharros, lo que generalmente desemboca en toda una serie de medidas orientadas a que al final ni tampoco estos se puedan mover.
Me ha dado pena porque mirando alrededor, e incluso leyendo la prensa da la impresión de que no se mueve nada. Un año más, como todos, me he quedado si cerdo, sin viaje a cuba, sin tele plana de 37 pulgadas y sin siquiera un juego de maletas.
Una edición más las próximas elecciones generales serán más de lo mismo, aquí y en sebastopol. Salvo sorpresa de última hora, Navas y los suyos se quedarán tan solos como ayer. Tambien se quedarán solos con sus nulos los que realmente cada vez demuestran ser más nulos en lo que a la política se refiere. De otras artes de combate por desgracia no se puede decir lo mismo aunque tampoco andan tan lejos gracias a dios sabe quien. EA, y el PNV, y Aralar, y el PSOE y el PP solos también. Bueno, estos dos comparten en el resto del estado su dura lucha para quedarse solos los dos con el pastel. Como si no hubiese más opción ni en la izquierda, que la hay, ni en la derecha, que debería haberla por pura higiene.
Aquí, mientras tanto, demostraremos que somos capaces de ir cada uno por nuestro lado, y es que, como decía el chiste aquel… el vasco, independiente. Y los partidos también. Más preocupados de las propias cuitas y cuentas, más preocupados de sus cuadros que del marco, cada uno a lo suyo y los otros a lo de todos. En fin, que ni alternativa de progreso en lo social ni alternativa de progreso en lo territorial. Y luego alguno dirá que crece la abstención, si es que tal como vienen las cosas….
Como suelen decir en la radio, la ironía es a veces muy difícil de visualizar…
Un pequeño matiz. Me parece que considerar progresista al PNV, a un partido democristiano, es estirar demasiado el termino.
P.D. la primera vez que comento, pero no la primera que entro 🙂
Muy fuerte, pero escandalosamente real…
Alberto S. de Luzuriaga