Los números tienen algo de mágicos, y especialmente los que son más o menos redondos, como es el caso. Once veces siete son los años que nos separan de aquella madrugada en la que comenzó la segunda república. Una aventura con toques románticos, con un cierto aura, que acabó omo acabó, como el rosario de la aurora.
Hace ya muchos años, y sin embargo parece que fue ayer, y sin embargo parece que aún hoy sigue quedando mucho por hacer. Fue aquel un sueño que terminó con una larga pesadilla. Fue como un destello de luz en la noche de los tiempos, como un emparedado de ilusión entre dos dictaduras.
En estos setenta y siete años han pasado muchas cosas, demasiadas quizás para estar donde estamos, gobernados por un borbón y camino de vuelta al nunca beneficioso bipartidismo, y encima, más viejos…
Hace 43 años que me dieron el primer ” mamporro” en un cuartel de la Guardia Incivil por poner en un cartel que el Ayuntamiento de Araia lo expuso en el casino para que, mediante el pago de 25 pesetas, a todos los NACIONALES- debían de existir muchos entonces para spublicitar emejante convovatoria-les entregarían UNA MEDALLA DE LA GUERRA. Yo puse encima ¡ VIVA LA REPíšBLICA, RIAU!. ( Lo que más les jodía a los guardias era lo de Riau) y por eso me detuvieron en Araia, desplazándome después a Gasteiz. Corría la Semana Santa por entonces- día de jueves santo- y ahí, en estas fechas tan pías, las viví de Ostia en Ostia, normal, lo que se llevaba en esas instituciones, ¿No?.
Musus
Pinttu
GORA EUSKAL ERREPUBLIKA. RIAU.