Si retornase de su agradecido retiro la ínclita santurtzarra de nombre variable, al ver unas imágenes harto reproducidas esta semana diría aquello de… es pateeético. Yo llevaba unos días pensando en ello, pero ayer, mientras hacía tiempo, cogíme el Gara (el gran paladín del periodismo gráfico en clave MPM mesa pancarta manifa), y se me acabaron de abrir los ojos.
Claro, es que estos días oyendo a analistas y analizadores, y viendo las imágenes del indivíduo de marras, me refiero al gordito ese con cara bobo que dice no se sabe muy bien qué ni por qué ni para qué ni na de na, no ya yo, mucha gente con la que he hablado comenta lo mismo… pues si ese es el cerebro de la banda, ahora me explico muchas cosas. Y no es ya por el aspecto, es por la conjunción de aspecto, expresión y contenido.
Pero como decía, ayer la lectura del gara me lo dejó claro. A ellos también les da vergí¼enza. Verí¼enza propia que para nosotros resulta ajena. Vamos, que por todos los sitios vienen a reforzar la idea de que es una operación de marketing pero que eso que hemos visto no es ni con mucho el número uno. Claro porque esa gente que es llamada a filas e impulsada al combate callejero y a los heroicos actos de combate que jalonan el imparable camino del pueblo trabajador vasco hacia la liberación social y nacional de euskal herria fliparía en colores si tuviese que reconocer que alguien como ese individuo es su sumo pontífice.
Así que ellos mismos se lo dicen todo. Eso sí, con análisis que demuestran lo “equilibrado” de su análisis. Dice un tal ramón sola que el país en su edición digital batió varios records con el vídeo en el que se ve el emotivo discurso del detenido. Y acto seguido dice “Pero la moneda tenía otra cara: también los detenidos aprovecharon para reclamar la independencia y denunciar el estado de excepción”. De su estado mental no hizo falta decir nada. Se decía todo solo, o sola…
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