Ayer, en los locales que comparten Eusko Ikaskuntza, Euskaltzaindia y Euskal Herriaren Adiskideen Elkartea, o sea la Bascongada, tuvo lugar un bonito acto. La Comisión de ílava de la Bascongada nombró como Amigo Honorario a la Fundación Sancho el Sabio.
Esto de ser Amigo Honorario es una buena cosa, porque en principio parece que no te obliga a nada, que es sobre todo un acto de reconocimiento. Pero bien pensado, es una de las cosas que más obliga. Obliga a mantener vivo aquello que te hizo merecedor de tal honor, extremo que, a la vista de las intervenciones de ayer, parece fuera de toda duda.
El acto fue abierto por el presidente de la Comisión de ílava de la Bascongada, Fernando Salazar, quien tras la lectura del acuerdo de concesión de la condición de Amigo Honorario a cargo del secretario de la Comisión expuso los motivos y circunstancias que hacían de aquel acto más que una devoción una obligación, y fue a continuación dando paso a las distintas entidades culturales que quisieron unirse a este acto de homenaje.
Intervinieron Carlos Ortiz de Urbina, en representación de la comunidad de investigadores; Mª Nieves Urrutia, en representación de Eusko Ikaskuntza, Rafael Fernández de Cámara de la Sociedad Landazuri;y Armando LLanos del Instituto Alavés de Arquelología. Todos, cada uno desde su perspectiva, coincidieron en valorar y alabar la trayectoria y las personas que han llevado a esta institución a ser un referente mundial para el estudio, conocimiento y difusión de la historia y de la cultura vasca.
La directora de la fundación, Carmen Gómez Pérez, agradeció el nombramiento tanto como la presencia de tantos “amigos”. Recordó especialmente a personas que como Vicente Botella, Jesús Olaizola, y otros tanto han servido al desarrollo de la fundación y tras rendir un homenaje al recientemente fallecido Henrike Kní¶rr, avanzó los proyectos de futuro de la institución, que pasan, desde su nueva sede, por ahondar lo más posible en la puesta a disposición de investigadores y público general de sus ingentes fondos documentales, bibliográficos y demás recursos a través del uso de las nuevas tecnologías y plataformas de difusión de la información. Indicó así mismo que su web, http://www.fsancho-sabio.es/, recibió el año pasado cerca de 1.800.000 usuarios y que para el futuro trabajan en la creación de una plataforma de difusión bajo el nombre de euskal memoria digitala.
Cerró el acto Iñaki Gerenabarrena, Vicepresidente de la Caja Vital y responsable de la obra social de la caja. Comenzó con unas palabras en euskera en las que, vista la cantidad y calidad de los presentes, y su coincidencia a la hora de rendir honores a la Fundación y por ende a su patrocinador, manifestó su alegría por sentir el reconocimiento de estar haciendo algo bien. Extendió el reconocimiento de forma expresa a los trabajadores de la Fundación, en tanto que son el equipo que materializa en definitiva su impulso y diaria realidad. Ya en castellano, hizo hincapie en el objetivo de la Caja, y apoyándose en la literalidad de sus estatutos, aludió a su condición ajena al lucro mercantil, y a su dedicación expresa al fomento del desarrollo del territorio y sus gentes, desde la agricultura a la cultura, desde lo social a lo económico, pero siempre con una visión del territorio y su gente como algo que cultivar y mejorar. En este sentido hizo referencia al paralelismo entre los objetivos declarados tanto de la caja como de la propia Bascongada de los Amigos del País, como impulsores no sólo del conocimiento académico, sino así mismo de su difusión y aplicación como elemento de mejora y engrandecimiento de las condiciones y calidades de vida de la ciudadanía en sus distintas vertientes. En ese sentido felicitó a todos los presentes, y agradeció la labor de todos en un empeño común de construir país desde la cultura, el conocimiento y la extensión de los valores de nuestra sociedad.
Tras el acto parte de los asistentes se sumaron a un modesto aperitivo y se disolvió la reunión. Como decía en el título, que bonito es hacer Amigos…
Leave a Comment