Los días, o mejor dicho las noches, han perdido para algunos oyentes habituales de radio vitoria entre los que me cuento lo mejor del día. Era este un programa curioso en cuanto a su formato, fresco, irreverente y en gran medida inteligente. Era una creación de Iván Alonso, nunca suficientemente reconocido ni alabado como figura que ha sido y es en la historia de la radio alavesa.
El formato alternaba música, de la que no siempre entra en listas ni circuitos comerciales, y una inteligente combinación de irónica introducción, corte de voz de actualidad del día, y contrapunto en forma de corte de voz de alguna película, anuncio, serie o lo que sea. De cuando en vez alguna entrevista, de cuando en vez algún relatito.
Por estas pildoritas de lo mejor del día iban pasando uno tras uno todos los protagonistas del día, más o menos loclaes, pero más bien tirando a locales. Alonso uno, Alonso dos, Maroto, Lazkoz, Azkarraga, Belakortu, Martinez, no creo que hubiese nadie que se librase de esas introducciones que, con un fino humor destilaba el programa.
Para mi era un remanso en una franja horaria que a menudo compan los espacios deportivos. Y me he quedado sin ella. Radio Vitoria desaparece ahora y pasa a ser un mero repetidor del fuera de juego de radio euskadi, de cuyos contenidos y de cuyas formas huí voluntariamente hace tiempo. Es como si me hubiesen estado persiguiendo y me hubiesen descubirto al fin agazapado en mi camita junto a mi radio de cabecera.
Lo último que sé de Iván es que creo haberle oido como madrugador de fin de semana, pero la web de radio vitoria no refleja la existencia de este programa. Ya ves, de noctámbulo a madrugador, menudo viaje.
En fin, que espero que todo esto se deba a cualquier cosa menos a la relativa incomodidad política del interfecto, pero en cualquier caso, y aunque siempre nos quedará el madrugador, y especialmente el vermucito, las ranas pueden tirar sus toallas porque ya no sudan.
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