Podría el título inducir a pensar que las lineas que vienen de abajo hablan de una interpreación en clave darwinista de la propia existencia y naturaleza de ETa. Pero no. Vienen de algo más absurdo todavía. Una más de las pequeñas grietas en el aparato ideológico supuestamente compacto e indestructible de la denominada izquierda abertzale que insisto una vez más que es más radicalmente abertzale que sinceramente izquierda.
Y una prueba más la tenemos en la polémica que se ha montado a cuenta de si el grupo de amigos que se juntan todas las navidades para jugar un bolo haciéndonos creer a todos la ilusión de una selección, son la selección de Euskadi, la de Euskal Herria o la Euskal Selekzioa. Ante tamaña cuestión, y como no podía ser menos en el país, las posiciones se ha encastillado y ahí tenemos que a una semana vista el  partido puede jugarse o no. ¿Y todo por qué? Porque Euskadi no es un nombre adecuado. No recoge la territorialidad. Tiene concomitancias con cierto partido político que lleva muchos lustros por aquí, y hasta con cierto pensador controvertido cuyo nombre enciende a los más ínclitos tertulianos.
Bueno, y a lo que iba yo. Si no es por otra cosa, al menos esos sectores podrían pedir la disolución de ETa por ser una organización caduca cuyas siglas incluyen una referencia a Euskadi que, en teoría es el mismo por el que juega la selección. Sólo que, visto lo visto una cosa es Euskadi y otra Euskadi. Yo no acabo de entenderlo, pero lo que me parece que está muy claro es que aquí para algunos las cosas valen en la medida en que pueden usarse para montar bronca y animar la confrontación y punto.
Eso sí, una vez más hemos sido capaces de demostrar a los enemigos de lo vasco que los vascos somos independientes, no nos hace falta nadie para destruirnos…
Es extraño ,creí haber escrito un comentario aquí, era penoso pero …los hay peores.
Tenemos el nombre y la cosa nombrada. A veces una misma cosa tiene muchos nombres, y un nombre, nombra varias cosas. La cosa es la cosa, y los nombres son los nombres. Y todo esto sólo es una herramienta para comunicarse, lo malo es cuando el nombre quiere cambiar la cosa al nombrarla, o la cosa quiere ser nombrada de diferentes maneras. Aunque las cosas tal vez llenen cajas de zapatos y los nombres llenen cartillas preescolares, pienso realmente que al final las cajas de zapatos y las cartillas preescolares terminan casi siempre en el cubo de la basura, y a partir de ese momento olvidamos las cosas y los nombres….
(¡Vaya comentario!, a otros les da por cogerse un pedo, tal vez sería mejor….)