Publicado en el número 3 de Herrian, revista de los concejos alaveses.
Aramaio es un espacio rodeado de montañas que, ubicado en el norte de Araba, linda a su vez con Bizkaia y con Gipuzkoa. A sus algo más de 73 km2 se accede básicamente desde Legutiano, a través del puerto de Kruzeta, desde Arrasate y desde Otxandio a través de Olaeta.
Â
Con una economía basada históricamente en la ganadería, fue también importante tanto por sus propias ferrerías como por sus bosques, que nutrían de carbón a los pujantes valles vecinos.
Su mayor núcleo es Ibarra, situado en la parte baja de un valle poblado por multitud de barrios y caseríos.
Allá por 1489 se incorporó a las hermandades alavesas, manteniendo sus fueros, impulsada por los daños y abusos que sus habitantes sufrían de diferentes señores. Y es que este idílico rincón no siempre ha sido tal. En la edad media fue frecuente punto de conflicto en las pugnas entre oñacinos y gamboinos, con encuentros armados, crímenes y contra crímenes de los que algunas cruces, como las de Garagarza son aún hoy testigos mudos. También las guerras carlistas dejaron su poso en este valle, especialmente la detención y posterior huida del cura Santa Cruz, cuyo nombre aún perdura en la cueva en la que se mantuvo oculto.
Aramaio ha mantenido una estrecha relación con Arrasate desde hace años, como bien argumenta Jose Mari Velez de Mendizabal en una de sus obras. Y hablando de Jose Mari Velez de Mendizabal, no podemos dejar de pasar lista a la larga lista de ilustres que vieron sus primeras luces en este valle. Desde el propio Lope de Aguirre, erróneamente atribuido a Oñati, hasta Sabin Salaberri, pasando por Pedro Ignacio de Barrutia, precursor del teatro en Euskera, y su figura quizás más conocida, el músico Bixente Goikoetxea. Por ser es cuna y casa hasta de personajes mitológicos y legendarios como Mari o el Señor de Barajuen.
Estos apuntes decimos y dejamos mucho en el tintero, pero para los más avezados son dos las vías que se les abren, una la de acercarse para comprobar in situ la belleza de este paisaje que hizo exclamar a Alfonso XIII aquello de “parece una pequeña Suiza”; dos la de profundizar en la abundante bibliografía que sobre su arquitectura civil, sobre su paisaje, historia, etcétera, puede encontrarse en cualquier biblioteca.
Un buen punto de inicio es el propio sitio web del ayuntamento de Aramaio, http://www.aramaio.org/.
Â
Â
Leave a Comment