Ayer dio inicio el ciclo festivo de la primavera alavesa con el tradicional pregón. Bueno, visto lo visto, dejémoslo con lo de pregón a secas, porque en fondo, forma, formato y espacio fue novedoso, agradablemente novedoso.
El pregonero se tomó la libertad de compartir con nosotros, asi para empezar, una emotiva carta abierta a quien debía de acompañarle y se alejó de este mundono hace mucho tiempo. Luego vino algo muy parecido a una fórmula de programa radiofónico en directo, con tertulia y todo,, con cuñas y sonidos de nuestro pasado más o menos cercano. Y es que el pregonero lo era tanto en su condición de director de radio vitoria durante los últimos 25 años, como así mismo, en el heredero de los 50 anteriores. Este año celebraremos el 75 aniversario de su existencia.
Terminado el acto y cumplido el protocolo con imposición de medalla y demás, pues hala, omo hay crisis todos a la calle. Los unos a departir un rato mientras veian a los reinventores de la txalaparta y su proyecto de globalización musical… los otros a buscar el ausente refrigerio en los bares cercanos.
Y es que est de la supresión del lunch es algo en cierto punto demagógico y en cierto punto más algo equivocado. Por más que se me hable de crisisy de elitismo, y de poner a los políticos a pie de calle, lo cieerto es que esos lunchs dan ocasión de relacionarse a gentes de diversos sectores sociales, culturales, económicos, deportivos y hasta políticos, tanto sea entre ellos mismos tanto con otros estamentos. Y es que no se trata solo de políticos, se trata de algo más. Y esa parte de acto social, de punto de encuentro y relación, de espacio para el saludo y la pressentación, la llames como la llames es cuando menos, un pincho y un vino. No hay que gastar mucho, hay que saberlo gastar y hasta ganar, porque además, como decía ayer algún ilustre asistente, las empresas de catering también son empresas y también generan empleo.
Vamos, que los unos nos dejan sin lunchs, los otros nos montan una macro redada y nos dejan sin porros, la crisis nos deja sin fondos y entre todos lo que vamos a perder son las formas…
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