Ya comenté en su día que la socialdemocracia corría el riesgo de cnvertirse en una fábrica de tiritas para elcapitalismo. Hoy me temo que lejos de sospecharlo debo atestiguarlo. Ante una crisis como la presente exponente claro de crisis desistema, de modelo, de crisis de concepto, aqui todos a poner vendas, tiritas y artefactos ortopédicos. Eso si, al virus, a la bacteria, a como queramos llamarlo ni tocar.
A nosotros nos ponen vendas en los ojos. Nos ddan muletas para que las pasemos putas andando pero sigamos caminando, y en las más sangrantes de nuestras heridas nos ponen tiritas para que nuestro corazón siga latiendo y nuestros brazos trabajando. ¿Y todo esto para qué? Pues claro está, para dejar a la bicha el tiempo suficiente para recuperarse y seguirnos explotando a pleno rendimiento. El tiempo que necesitan los decoradores, los magos e ilusionistas en recuperar para abrigo de nuestros sueños el mundo de progreso consumista enque vivíamos instalados.
Eso sí, somos socialdemócratas y nos preocupamos por la famélica legión. Por eso tiramos abajo un acuerdo para subir los impuestos a las rentas más altas por un quítame allá esos votos. “si las circunstancias lo aconsejan lo miraremos en el 2010”, ha dicho el portavoz del Psoe señor Alonso. No se que circunstancias ni a que consejos se refiere, pero me da que como excusa para no hacerlo de forma inmediata no sean muy defendiibles desde una óptica de izquierda. Eso si, dentro de esa política biofiscal tan progresiva, aseguraremos que la incidencia de los accidenes de tráfico descienda entre los menos favorecidos e incluso que así lo haga el cancer de pulmón. Subimos el tabaco y la gasolina y que sean los ricos los que se revienten los pulmones y pongan a prueba los airbags de sus coches alemanes… Viva Marx!
A los pobres que dejaron sus lomos en las hipotecas que finalmente no han podido pagar les alquilaremos un piso, propiedad a poder ser de un banco que a su vez lo habrá embargado a un moroso. Así el banco puede recuperar sus gastosde gestión en el desahucio y dar salida al inmovilizado que de forma creciente va recaudando a golpe de impagados. Viva Lenin!
Y podría seguir con muchos ejemplos, pero es todo más sencillo, y es que hablando de textiles, aquí jugamos a desnudar unos santos para vestir otros, cuando de lo que en realidad se trata es de cambiar de trajes y de figuras también.
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