Como si fuese toda una alegoría, como si de un símbolo inequívoco se tratase, uno de los más visibles y jaleados elementos del cambio transversal y no frentista, democrático y alternante, uno decía de los más notables trabajos del nuevo gobierno vasco ha sido cambiar el mapa del tiempo. Así podrán los frentes expresarse. Así las nubes y los claros dejarán de ser filo terroristas y de hacerle la bola a ETA. Así las brumas y calimas abandonarán el proceloso, falso, irreal avieso y malintencionado océano de la mitología sabiniana, de la patria inventada de los vascos.
La verdad resplandecerá poblada de temperaturas destrozando a golpe de Cantabria de Burgos y la Rioja el falsario constructo geográfico de la Euskal Herria inexistente. Todos españoles frente a frente, sin reparos. Con txapelas simulando negros nubarrones que los vientos del cambio y los anticiclones de rosa en puño y azul gaviota mantendrán alejados de nuestras conciencias.
Todo un símbolo decía de un gobierno que por fin gobierna ligado a la realidad, ocupado en lo que realmente preocupa a la mayoría de los vascos. Esto es, nada de industria ni economía. Nada de infraestructuras ni transporte. Nada de educación en la ciudadanía, nada de nada que no sea ser contundente y beligerante y ejemplarizante. Nada que no implique desmontar el tinglado inventado en 30 años por los pérfidos nacionalistas y hecho de espaldas al pueblo. Ellos. Que representan a quien representan. Que han llegado al gobierno como han llegado. Ellos nos van a enseñar ahora lo que somos. Nos van a decir cómo pensamos, y cómo debemos sentir y sentirnos. Y todo ello, eso sí, jaleado con entusiasmo fuera de aquí.
En fin. Yo sólo sé que si trabajase en ETB no tiraría el mapa de siempre. Con un poco de suerte y algo más de lógica no tardará mucho en volver a estar presente.
Nota… A cuenta de una columna en la que evocaba la antigua estación de autobuses, y más concretamente un gran mapa que decoraba la parede de su vestíbulo, mi padre se puso manos a la obra y localizó en una publicación de Artium, la imagen que por su interés reproduzco a continuación. Obsérvese el mapa y obsérvese la fecha. Concluyase que esto de euskalherria es consecuentemente un invento… ¡¡del franquismo!!Â
Â
Hombre eso ya, visto lo visto, sería mucho hasta para los años 50. Somos lo único que nadie ha reclamado en esto del tiempo 🙁
Pues la inventaría el franquismo, pero sin Treviño, ¡Ay amigo! 😉