6ª de abono. 33 festival de jazz de vitoria – Gasteiz
Allen Toussaint
Wynton Marsalis & JALCO con Chano Dominguez
Ayer acabó la 33 edición del festival de jazz de vitoria gasteiz. Acabó prácticamente 2 veces. Cómo festival de Jazz a eso de las diez, cuando Toussaint se levantó y dejo sólo su piano como el piano le había dejado sólo a él. Como Vitoria Gasteiz un par de3 horas más tarde, cuando terminó de sonar la suite vitoria (sic).
Lo de Toussaint hubiese sido un buen aperitivo si hubiera habido algo que comer. Casi que me lo envuelvan con la Peyroux que a este también me lo llevo a casa.
A continuación vino la suite. He echado un vistazo a las crónicas del evento en la prensa local y me temo que voy a ir contracorriente. Me temo también que, por lo que pude comentar a la salida no soy el único que piensa lo que voy a escribir, pero si probablemente el único que lo dice. Y es que son varias las cosas que decir y un mismo fondo. El fondo es que me aburrí y que, por más vueltas que le doy no consigo encontrar el vínculo entre las dos palabras que componen el título de la obra, suite y vitoria. Vamos, que más allá de los títulos, y hasta de eso podríamos hablar de vitoria no veo nada de nada. Más mesiento a las afueras de sevilla que en zabalgana, más en doñana que en salburua, mas en la calle siepes que en la dato, más con los pies en el darro que en el zadorra, más en los jardines del generalife que en la florida sin par. No digo yo que tengan que sonar txistus, irrintzis y zortzikos, pero tampoco veo de donde vienen las palmas, los zapateados y esa inspiración flamenca en general. Fiesta en la calle Dato, introdujo Wynton. ¿Y por qué no San Antonio, Coronación o Avenida de la Ilustración?
En fin, que como decía el amigo que me acompañaba tal parece que vitoria está en un punto intermedio entre nueva orleans y el barrio de triana. Vamos, que Vitoria es vista así la capital de la idílica atlántida, a medio camino de negros y gitanos, de bandas y flamencos, de palmas y contrabajos. Vamos que no hay que dejar de reconoceer a Iñaki su capacidad de anticipación, de adivinación incluso. ¿Quién le iba a decir que esta tan hispánica visión de vitoria iba a coincidir con los nuevos aires que corren por el país? ¿Quién podría suponer que esta reformulación de euskalherria como la tierra entre el darro y el adour coincidiría con el nuevo mapa del tiempo con la rioja y santander? En fin, que lo siento mucho pero a mi esto me recuerda demasiado a lo de Follet, o a lo de Coelho… Es que debo ser muy raro… Pero eso si, no soy el único que se aburrió
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