El nuevo plan renove, o mejor dicho el úlitmo plan renove es el que afecta a muebles, lámparas y colchones. Como enunciado parece sencillo, pero tal y como se desprende de lo que uno oye en radios y televisiones y lee en prensa, parece que tiene más de renove que de plan, y que este desaguisado gubernativo a fuerza de repetirse va siendo algo cada vez menos nuevo.
Los comerciantes no saben cuando empieza ni los consumidores cuando termina. Si la promoción vale hasta fin de existencias (del dinero que dispone el gobierno para decirlo más claro), no queda claro que pasará con los pedidos a medias, ni con que criterio se fijará el reparto de los últimos óbolos. Recuerdo yo que en su día las ayudas para libros de texto que comenzó a dar la diputación alavesa con esa misma limitación de fondos (subvención a fondo fijo que podíamos llamar) tenía distinta mecánica. Primero se cursaban las peticiones y luego se repartía. Aquí no y ya veremos lo que pasa.
No está claro si por ejemplo los habitantes del enclave podremos tener colchón con subvención o si para usarlo tendremos que ir a dormir a Tuyo o a Antezana. No está claro si el empresario en cuya tienda trabajen 251 personas tendrá que despedir urgentemente a uno para poder entrar en el plan. No está tampoco claro si se vigilarán estrechamente los comercios para evitar picarescas subidas previas de precio. No está claro si el descuento se le paga al comerciante de forma inmediata o previo viaje al fondo de las ventanillas. Con todo ello y a pesar de que el plan (por llamarlo de alguna forma) está en marcha desde el 1 de septiembre, a fecha de hoy nadie sabe dónde ni como practicarlo.
Eso por no hablar del malestar o cuando menos perplejidad que puede producir en quienes ya cambiaron sus muebles, lámparas y colchones que no puedan ellos también renovar el contenido de sus armarios y estanterías, contar con nuevos libros que iluminar con sus amortizadas lámparas o renovar sus fundas nórdicas, edredones y hasta incluso plantearse una renovación de sueños.
Si la promoción excluye a los vendedores grandes, ¿excluirá también a los grandes compradores? ¿Podría el ayuntamiento, por poner un ejemplo, conseguir que sus empleados se compren la mesa de oficina a su nombre y sí renovar el mobiliario municipal con cargo al plan renove? Cuando se dice que el límite de la subvención son mil euros, ¿es por aquello del mileurismo? ¿los mil euros son con iva o sin iva? ¿Afecta a la garantía? ¿se incluyen los costes de transporte e instalación?
En fin… que uno agradece que este gobierno nos plantee grandes retos mentales, que nos haga pensar, pero tampoco estaría de más que el gobierno en sí pensase y nos quitase problemas en vez de hacerlos nacer o crecer, que digo yo que para algo de eso están, vamos que servirán para algo más que para quitar fotos…
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