Las tertulias que semanalmente confrontan en Radio Vitoria a los portavoces de los grupos municipales tienen, además del lógico interés en conocer las posturas de unos y otros en torno a las pendencias vitorianas el aliciente añadido de las enganchadas entre Belakortu y Alonso. Alonso Juan Carlos teniente de alcalde. No confundir con Alonso Alfonso ex alcalde, ni con Juan Carlos Alonso técnico o algo así del mismo ayuntamiento.
Un día es el burdo asunto del Ferrari del amigo médico de Alonso esgrimido por Belakortu en lo que el propio Alonso llamó acertadamente la política de cilindradas como factor determinante de la identidad de las izquierdas. (Al hablar de las subidas por tramos de cilindrada que el consistorio aplicará al impuesto de circulación Belakortu acusó a Alonso de subir menos las altas cilindradas para favorecer a sus amigos que tiene Ferraris).
Otro día es el emocionado relato con el que Belakortu acusó al consistorio de poner semáforos trampa y luego acusar al conductor de negligente cunado finalmente es arrollado por el tranvía. El relato era la declaración ardiente de un gitano amigo de Belakortu que había chocado con el tranvía y que para justificarse aludía a la locura que supondría lanzarse contra el tranvía armado con su furgoneta (o fregoneta en este caso). El gitano acabó por hacerse un sitio en la tertulia hasta que Belakortu tuvo una inicialmente humorística intervención sobre un suicida que tuvo tan poca gracia como don de la oportunidad.
Veremos esta semana lo que ocurre. Pero sirva todo esto para hablar de algo más genérico. Las formas. Y es que se mire como se mire, las formas son a menudo algo más que adornos, son contenido, y contenido altamente significante. Describen y caracterizan, y si se me apura hasta descubren. Las formas de Belakortu, dicen mucho. Por no cambiar de partido, son las antípodas de las que, por ejemplo, muestran en sus intervenciones radiofónicas dos “dinosaurios” de la política alavesa, Rafael Larreina y Ramón Rabanera. Hecha una comparativa entre ambos extremos, me refiero a los formales, cualquiera exclamaría al oir a estos últimos aquello de… con estos se puede hablar, y posiblemente no se confundiría, es lo que tienen estas cosas…
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