Título: Una virgen de más (One virgin too many) XI entrega de Marco Didio Falco
Autor: Davis, Lindsey
Origen: 1998, Inglaterra
Edición: Edhasa, 2010, Barcelona.
ISBN: 978-84-350-1864-7
Adquisición:Â Me lo autoregalé en el día del libro de 2010 (23 de abril)
Terminado de leer el 25 de mayo de 2010
Mi referencia : 00046-A
Comentario: Hacía tiempo que me habían hablado de este personaje, Marco Didio Falco, y lo cierto es que Blanca había conseguido despertar mi curiosidad y con ella mi interés. Así que llegado el día del libro, y después de comprar los correspondientes ejemplares para Esther, Olivia y Guillermo, me vi en la encrucijada de comprarme el libro que seguramente nadie me compraría. Me acordé entonces de ello y tras la oportuna consulta telefónica para conocer al autor (autora en este caso) me hice con la XI entrega de la serie, esta de la que hablo ahora.
He de decir antes de nada y para que se entienda el resto, que estoy ansioso por hacerme con más títulos de la colección. Supongo que con ello se entiende que me ha gustado. Me ha gustado esta trasposición de un genero tan propio de los cincuenta del siglo pasado a la segunda mitad del siglo primero. Una novela negra ambientada en la Roma imperial me habían anunciado y es lo que me encontré. Pero me lo encontré además aderezado con buenas dosis de humor, con una exquisita ambientación y con una trama bien construida.
Son 570 páginas que se leen con agrado, y que, en caso de pérdida o despiste cuentan con una agradecible relación de personajes, algún cuadro genealógico y un par de interesantes planos de la zona donde trascurren los hechos, el foro y sus alrededores con un coliseo aún en construcción. Estamos en los tiempos de Vespasiano, y sin embargo, pasadas unas páginas uno toma como lo más normal y habitual del mundo el sistema religioso, el sistema político y hasta las curiosas prácticas familiares y sociales de los romanos.
Por las páginas van desfilando los más variopintos personajes de todas las castas y de todas las calañas. La amalgama que los reune en el relato es creible y, si bien son frecuentes las referencias a cuestiones del pasado que uno intuye se encuentran impresas en la diez entregas anteriores, no dificultan en absoluto la lectura y comprensión del texto.
Marco Didio Falco es aquí un personaje “casi” respetable. Pero uno intuye que no lo fue tanto en tiempos anteriores. Conserva sin embargo la pericia suficiente para moverse a gusto por las intrigas y los misterios, y lo que resulta a veces más garacioso aún para hacerlo a la vez que se mueve entre su propia familia, que también es para tomar nota. Todo ello, como decíamos, con buen humor y una fina ironía, con esa mezcla de implicación y desapego que hizo grandes a los grandes personajes de la novela negra. Desde esta perspectiva solo le falta en ocasiones el cigarro en la boca, el sombrero en la cabeza y el whysky en la mano. Pero una buena toga aunque no sea flamante bien puede bastar.
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