El parque de arriaga corre un gran peligro, se nos dice. El parque de Arriaga va a ser destruido y con él desaparecerá un espacio verde de Vitoria, un espacio verde “de toda la vida”. Los viejos árboles, puede que centenarios morirán pasto de lso bulldozzers y las excavadoras. Su savia correrá como corrió la sangre de los mártires, y su sacrificio será Â uno más en la loca carrera del género humano por destruir el medio ambiente.
Hasta ahí todo lamentable, si no lo fuese también que no hablamos de un bosque sempiterno, ni tan siquiera centenario. Hablamos de un espacio verde básicamente creado, y tampoco hace tanto tiempo, tal como se observa en las fotografías que os muestro, en las que aparece la evolución de ese espacio desde el año 1932 hasta nuestros días.
Este como muchos otros casos es un poco de esos en los que la actitud es de aquello de ahora que tengo lo que quiero, mi barrio urbanizado y a mi gusto ni me lo toques, así, sin pedir perdón a las plantas que se podaron ni a los ríos que se encauzaron, ni a los cultivos que pasaron a mejor vida. Ocupamos el campo no hace tanto y plantamos nuestros árboles, y ahora que no los toque nadie…
No sé. Puede que sea más interesante preocuparnos de no seguir ocupando campo y urbanizando monte que de cuidar nuestros jardines y nuestros setos, como se aprecia en las fotografías no cuesta tanto recrearlos en la misma o en otra parte…
Nota, para mejor entender las fotos he dibujado en rojo la silueta del parque y la del cementerio de Santa Isabel como referencia. En la parte inferior aparece marcado el colegio molinuevo
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