Publicado en Diario de Noticias de ílava el 14 de junio de 2011
Hace años recuerdo yo que cuando se quería uno echar risas con el monarca se terminaba cualquier frase con aquello de “como uno más”. Ahora lo del monarca te sale caro. Si le dices algo se enfada y te habla de pinos, tripas y yo que sé. Hasta el heredero cuando le preguntan algo sencillo, como por ejemplo para cuando un referendum sobre la monarquía, cosa que pasó el otro día en Pamplona, acaba sacando su libreta y anotando los minutos de gloria que ha regalado. ¡Como si a él le hubiesen costado todos los minutos de gloria de su vida algo que no hayamos pagado ya sus súbditos!
El caso es que a fuerza de acampadas, indignados y proclamas se ve que la clase política ha recibido el mensaje y anda empeñada en ser y comportarse como uno más.
Aquí en el solar alavés, por una vez, y sin que sirva de precedente, estamos claramente en esa sintonía. Al hilo de los tiempos y sin quedarnos aislados.
En la dipu andan mirando a ver como nos quitamos la multa de Bruselas. Se ve que el euroradar nos ha pillado con las vacaciones en la mano y no vale ni lo de la abuela enferma ni lo del grifo de agua abierto. Y ahí andamos como uno más mirando a ver como libramos, y a más, a más, a ver si por lo menos encontramos un pagano.
En el ayuntamiento andábamos como buenos profesionales mirando a ver si nos quitábamos el iva del auditorio, y ahora miraremos a ver si nos quitamos el auditorio. Ya se sabe, te empiezan quitando el tabaco y el marisco y al final te quedas compuesto y sin concierto, como uno más.
Del alavés ya ni hablamos. Hablando de alaveses y de apodos, me da a mí que con el otro club con el que pugnamos por el apelativo de “glorioso” lo que realmente nos va a unir al final es lo del pupas. Nos queda el consuelo de que a todos nos va mal. Vamos a ampliar el Buesa y a sanear el Alavés. La NBA la podremos ver en Bilbao y la ópera también, como uno más.
Eso sí, a bicicletas no nos gana nadie, y si los del gremio tienen que tirar el txupinazo pues adelante, escribiremos una noticia en el cielo “como uno más”. Como uno más de los que tendrán que pagar la entrada de su bolsillo y hacer cola “como uno más”. Hasta el tranvía, el bus o la propia bici tendrán que coger los ediles, como por cierto ya hacen algunos. Como uno más.
Vamos, que no me parece mal que por fin, ni más ni menos, en estas nuestras tierras empecemos a ser todos, los de arriba y los de abajo “como uno más”, y que lo de menos sea seguir empeñados en querer ser “el que más”. A fin de cuentas”¦ ¡qué más da!
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