Estaba el otro día trasteando en varios frentes cuando conocí una interesante iniciativa, un agregador para blogs de políticos puesta en marcha por David Alvarez ( @dalvarez37 ) a la que es muy sencillo suscribirse en facebook. (http://www.facebook.com/blogspoliticos20).
Un simple “me gusta” y recibes en tu muro las actualizaciones que publican en sus blogs 120 políticos de diferentes partidos (PSOE, PP, CIU, EAJ-PNV, IU, Esquerra Republicana, Coalicion Canaria, NBAI, UPyD, EQUO, Ciutadans, Compromís y PCAS).
Cuando vi el tuit que hablaba de ello le eché un ojo y me apunté al carro. Pero no pude evitar enviar un comentario:
@antonigr @dalvarez37 bonita iniciativa… facebook.com/blogspoliticos”¦ estaría bien la complementaria: bloggerospolíticos sin cargo ni carnet 🙂
A partir de ahí mantuvimos un breve intercambio de tuits al que se sumó Imma Aguilar (@immaaguilar) en el que quedo claro que, pese a estar de acuerdo en que sería un buen complemento, quedó claro que tampoco teníamos muy claro como concretarlo. Ese es a veces uno de los inconvenientes de la limitación a 140 caracteres y más aún que eso, que el twitter no es un etorno que favorezca el díalogo.
Es un poco como el tenís o la pelota mano.
El chat en cualquiera de sus variantes, y hasta inlcuso los apuntes de un blog y sus comentarios, son más propicios a los tantos peloteados, con ritmo pausado y larga duración. Estudiando al contrario golpe a golpe. Exponiendo los propios argumentos y respondiendo a los contrarios hasta llegar generalmente a un final provocado por un fallo no forzado.
Twitter es como el tenis agresivo, el de los aces, sacar y punto, o como mucho el de saque – bolea. Los diálogos largos se pierden en la nube de mensajes distraen a los demás y hasta a uno mismo.
Yo me quedé con las ganas de argumentar un poco más mejor mi opinión al respecto, y ahora que estoy recuperando la disciplina del escrito diario, he revisado mis notas y he pensado en lo conveniente de recuperar la cuestión.
Hablaba en su día de categorizar para mejor orientar, y con los matices y reservas necesarias, no sólo me mantengo, sino que voy un paso más allá y lo extiendo.
Está claro que una cosa son los blogs de políticos en activo y otra los blogs de independientes (que no asépticos) y hasta incluso de jubilados, cesantes o escaldados que opinan sobre política en todas o alguna de sus variantes.
Los primeros están sujetos a las limitaciones propias de su posición en la organización, y a menudo deben adoptar postura en función de si su posición es de defensa (gobiernan) o ataque (opositan), (primera categorización, posicional o táctica). Además algunos de ellos no son tanto blogs como repositorios de las notas de prensa o comunicados que su actividad genera a través de su oficina de prensa, (segunda categorización, esta vez formal). Y dentro de los que formalmente aparecen como blogs, habría incluso que distinguir los que son de factura propia y los que cuentan con alguna “ayudita” (tercera categorización, la autoría). Por otra parte, no es lo mismo el blog de un político local, que el de un ministro, por poner dos extremos, (cuarta categorización, la del ambito de decisión), y a esta última circunstancia podríamos sumar la que diferencia a los políticos en tareas de gobierno o gestión de lo público de los que tienen básicamente funciones dentro de la estructura u organización del partido (quinta y última, extensión del ámbito de decisión institucional u organizacional).
Respecto a los blogs que hablan de política cabe establecer también unas condiciones de partida y una serie de categorías. Condición de partida sería básica y principalmente, la independencia orgánica. Esto es, la no pertenencia a una organización política o sindical, lo que no impide, lógicamente y más aún hablando de política, la toma de postura y las simpatías o antipatías ideológicas y hasta personales. Establecida esta independencia tendríamos dos grandes grupos: los “aficionados” y los “profesionales”, entendiendo por estos últimos los que mantienen algún tipo de relación estable con un medio de comunicación en el que desarrollan su función como analistas, comentaristas o tertulianos habituales de contenidos políticos. Dentro de unos u otros se repiten categorías en cuanto al ámbito territorial de la reflexión habitual, municipal, territorial, estatal, europea o internacional. Lo mismo cabe decir del enfoque o perspectiva desde la que se aborda el hecho político: formas y fondos (cuestiones de estrategia, táctica, comunicación, etc.); desde una perspectiva económica; medio ambiental; jurídico-legal-institucional; filosófica; o coyuntural, centrada en cuestiones de pura actualidad.
Ya sé que no es más que un acercamiento superficial, pero como medio de etiquetar y ayudar a acertar sin tener que transitar podría ser útil.
Ya sé que esto se me ha extendido más de 140 caracteres, pero como decía al principio, los partidos serios se juegan con reposo, golpe a golpe, sin prisa pero con un poquito de reflexión. Si a alguien le sirve… pues me alegro, seré de los primeros en disfrutarlo.
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