Publicado en Diario de Noticias de ílava el 17 de enero de 2012
Se decía habitualmente aquello de que si quieres parar algo lo suyo es crear una comisión. En Vitoria ““ Gasteiz la fórmula ha sufrido una pequeña variación. Aquí lo que hacemos es encargar un estudio de tráfico. Lo extraño es que el gobierno municipal esté dispuesto a aplicar este peculiar método a una obra cuyo fin dice desear. Los vecinos de Euskaltzaindia y alrededores deberían en todo caso estar tranquilos al saber que el estudio de impacto sobre el tráfico en su zona ya está en marcha. Y no hablo a la ligera. Hay antecedentes.
¿Alguien se acuerda de un proyecto que se conoció como PERI Tres Santos? Hoy descansa en los cajones, pero en su día existió y se gestionó con esa singular pericia con que se gestionan los proyectos en Vitoria. Se ve que tenemos en esta ciudad en tan alta estima el concepto de proyecto que nos resistimos con uñas y dientes a que dejen de serlo y se hagan realidades.
Para aquel PERI se presentaron cuatro proyectos. Dos eliminaban los pasos elevados de Santiago y Valladolid y dos no. Ganó uno que los eliminaba. Pero sin apenas dar tiempo a comenzar nada alguien sugirió que, una vez tomada la decisión, no estaría de más hacer un estudio de impacto de la solución sobre el tráfico. Y se hizo. Pero claro, como sólo se analizaron los efectos de la opción escogida no había mucho con que comparar, así que ya podemos suponer que es lo que se hizo. Efectivamente. Lo que se hizo fue otro estudio de impacto sobre el tráfico contemplando no una, sino cuatro alternativas posibles. Pasaban los meses y se sucedían los estudios mientras en las ventanas de Aranzabela florecían las pancartas. Los grupos que unánimemente habían apoyado el proyecto y que sabían perfectamente lo que pasaría con el tráfico fueron discretamente abandonando el barco y cuando el alcalde se encontró de pronto sólo frente a la pancarta tomó la decisión más razonable y dejó el concurso y los estudios de tráfico tan lustrosos en el gran cajón de los proyectos que nunca dejan de serlo.
En Euskaltzaindia estamos volviendo a las andadas y vamos a iniciar el largo camino de los estudios de impacto sobre el tráfico. Seguro que siempre habrá una alternativa más que analizar, y para cuando acabemos los coches serán eléctricos y los autobuses irán a pedales. El tren pasará por Dato y el tranvía no llegará a la universidad, y en la calle Los Herrán un edificio de madera y cristal lucirá orgulloso su nombre en la fachada “Estación de autobuses permanentemente temporal”.
en fin, si no sabes distinguir una argumentación de una columna no tengo mucho más que decir que no haya dicho ya, más aún cuando lo que digo es lo que se puede leer más arriba, pero por si no queda claro no te preocupes que intentaré afinar más 🙂 tu por si acaso sigue comprando el diario de noticias de álava, un buen periódico
Buf, vaya argumentación: dices una cosa y la contraria; todo y nada a la vez. Podrías valer perfectamente para político de la corporación de Vitoria o el presidente de una comisión de esas que no deciden nada. Por cierto, la frase es. Qué es es un camello? un caballo diseñado por una comisión. Adios
diferencias al margen entre uno y otro caso lo que vengo a decir es que hay mucha costumbre en esta ciudad de primero tomar las decisiones y luego hacer los estudios, y a menudo con no demasiado criterio. Igual era más lógico hacer primero los estudios y en base a los pros y contras tomar las decisiones que políticamente sea posible dentro de las técnicamente aconsejables, esto es, en función de la conjunción o prevalencia de intereses generales y particulares.
En cualquier caso tanto por este como por otros comentarios y mensajes que hemos cruzado no tengo muy claro si teneis o no razón, pero si tengo muy claro que por lo que llevo visto las formas con las que la defendeis no os la harán perder. Enhorabuena por contribuir a demostrar que el diálogo no es necesariamente ni un conjunto de monólogos ni un repertorio de insultos.
Solo que hay una diferencia fundamental, en el proyecto “PERI Tres Santos” se valoraron alternativas y se vieron pros y contras.
En el caso de la ubicación de la estación de autobuses en Plaza Euskaltzaindia nunca se valoro como opción posible hasta pocos días antes de tomar la decisión y fue tomada en base a algo que no tenía nada que ver con el proyecto en si.
Sino para dar una salida a un problema generado en por el BAIC.
La razón de solicitar esos estudios, no son ni mucho menos arbitrarios. Son más que razonables.
Después de largos análisis sobre algo puede ser arbitrario el añadir nuevos estudios, pero en este caso es que no había ninguno.
Efectivamente siempre hemos sido la ciudad del “no”