Cada vez que le toca a uno “hacer papeles” se da de morros con la redonda frase que se aplica en otros casos “lo único que permanece es el cambio”. Sólo que, en este caso, la frase no refleja ningún proceso de renovación permamente sino todo lo contrario.Lo que siempre permanece es la sensación de que cambias de mundo, de tiempo y hasta de especie. Mientras todo cambia aunque muy a menudo siga siendo lo mismo la administración permanece. Y permanece encerrada en si misma, ensimismada mismamente. Qué más da que el concepto de trabajo sea efímero. Aquí es inmutable. A quién importa el 1.0 el 2.0 y el internet mismo. Aquí a lo más que llegamos es a la tecnología de la fotocopia. Cómo que estamos todos agobiados o estresados, aquí estamos tranquilos y seguimos a nuestro ritmo.
Las nubes no llegan a la administración, al menos no tanto como a otros espacios celestes. El cielo de la administración sigue azul, si acaso con algún cúmulo en lontananza y alguna nube de evolución en forma de menos pagas extras y mas horas de función, pública, pero función. Y ya si hablamos de lo que mucha gente habla, de la mítica y famosa “nube” que vendrá a salvar nuestras vidas digitales ya ni te cuento.
Ocupados todavía en buscar la forma de encajar en las nuevas tecnologías el certificado compulsado y el tampón, el número de expediente y la resolución, no están éstos para andarse por las nubes, no señor. Aquí en tierra firme y cada cosa en su cajón.
Digo esto porque acaba uno cansado de llevar una y mil veces los mismos papeles de administración en administración. No se si el toner es o no muy sostenible, pero el día que la administración se suba a la nube más de una empresa del ramo papel y fotocopias va a tener que cerrar.
Teniendo en cuenta que todos los papeles son a su vez de la administración dan ganas de dejar con cada copia que entregas una tarjeta de dropbox (un sitio de estos donde puedes almacenar documentos para compartirlos). Habrá quien diga que así nos controlan, pero lo cierto es que el control más peligroso es el descontrol. Tener todos nuestros datos oficiales y administrativos juntos nos permitería dedicarnos y concentrarnos en cuidar y atender a un solo cajón. Velar por su seguridad y contar con la tranquilidad de que solo hay que actualizarlos una vez, y de que el que los quiera consultar desde la administración ya sabe donde están y que son los únicos que valen. Todo junto evitaría mucho tiempo y muchos viajes inútiles, simplificaría los trámites y, ¿quién sabe? lo mismo llegaba un día en que el nivel coloquial, el que refleja realmente cuando los cambios son reales, asumiría el cambio y haría que decir “papeleo” o “haciendo papeles” fuesen simplemente recuerdos olvidados y poco comprensibles.
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